Secciones
Servicios
Destacamos
El principal interesado en poder entrar en el capital de Fundinorte, un fondo de inversión alemán que lleva en contacto con Gobierno de Cantabria y Grupo Vela desde agosto, ha trasladado a las partes involucradas en el futuro de la antigua Greyco que renuncia ... a participar en la aventura industrial radicada en San Felices de Buelna. La noticia llega con la compañía en concurso de acreedores y completando un ERE de extinción para toda la plantilla, 53 trabajadores. Por el camino, la pugna entre Ejecutivo y empresarios por los avales que estos últimos comprometieron para que la Administración financiara la reapertura de la fundición, un respaldo público de 3,3 millones. Los administradores concursales, en su primer informe de situación y al que ha accedido este periódico, totalizan el pasivo de la empresa en 5,7 millones.
El interés del fondo germano, presentado a las partes a través de terceros en verano, se ha desvanecido días atrás después de una visita a las instalaciones. La inspección sobre el terreno se produjo el 19 de noviembre y la valoración de la misma fue inminente. Dos días después, el inversor, que ya ha realizado alguna operación en España, trasladaba su renuncia a continuar adelante. ¿Motivos? A su juicio, la inversión para poner en marcha la fábrica «es más relevante» de lo previsto por el estado de las instalaciones, hecho al que se suman «contingencias ambientales» motivadas por el hecho de que la chatarra se esparciese por los terrenos y la consecuente contaminación. El deseo del grupo germano pivotaba en torno a hacerse con la sociedad en liquidación y quería negociar una reducción de las obligaciones actuales.
Cargas no ponderadas Los administradores opinan que el Grupo Vela no valoró en toda su magnitud la deuda que la unidad productiva tenía con la Seguridad Social.
Falta de experiencia El informe recoge que esta carencia del equipo gestor queda patente en la renovación de la planta y el retraso «considerable» en su puesta en marcha.
Poca dotación de circulante La escasa disponibilidad de fondos para la gestión del día a día ha provocado una situación de «colapso» que obligó a paralizar la producción.
Reactivación dificultosa Debido al deterioro del fondo de comercio por la parada prolongada de la producción, se entiende como especialmente dificultosa la reactivación.
A pesar de este contratiempo -al citado fondo se refirió la vicepresidenta cántabra, Eva Díaz Tezanos, la semana pasada en el Pleno del Parlamento cuando fue interpelada por el asunto- se sigue a la búsqueda de un potencial socio o comprador que tome el relevo o ayude al Grupo Vela. Se ha deslizado la opción de una fundición procedente del País Vasco, aunque aún no se han avanzado más datos en esa dirección.
En cuanto al diagnóstico de la administración concursal pilotada por Cifrián, Fernández Sanz, Rubio y Cordovilla SLP, el documento cifra la masa activa en 4,45 millones, mientras que el pasivo exigible se eleva a 5,7, lo que arroja un déficit patrimonial contable de 1,25 millones.
El informe repasa igualmente las causas del estado actual de la sociedad. En primer término, las esgrimidas por los propietarios, que apuntan a las condiciones de adquisición de la unidad productiva, con asunción de la deuda con la Seguridad Social y la totalidad de la plantilla. El retraso por los problemas con los hornos acabó con los fondos de la empresa, dice el Grupo Vela, pues los gastos de personal han supuesto 1,9 millones hasta el momento actual, por 1,62 de la facturación. Además, lamentan la no continuidad del apoyo financiero de Sodercán, que pidió compromiso a los dueños con el plan, pero que no se llegó a concretar.
Los administradores, por su lado, creen que no se ponderaron suficientemente las cargas inherentes a la unidad productiva, en especial la deuda con la Seguridad Social, impagada en buena parte. Igualmente, hablan de «falta de experiencia del equipo gestor en este tipo de negocio», patente en la gestión del proceso de renovación de la planta, con el citado retraso en la puesta en marcha y que ha supuesto una «sangría de gastos fijos inevitables que ha ahogado la liquidez». Como complemento, «la escasa dotación [...] de fondos necesarios para la gestión del día a día de la actividad ha provocado la situación de colapso, teniendo que paralizar la producción».
La evaluación deja constancia de que los propietarios -Jesús Vela y Martín Vela- no presentaron propuesta de convenio con su solicitud de concurso. Según los administradores, la búsqueda de inversores hubiera sido más propicia antes de la declaración de insolvencia, con más tiempo y menos deterioro comercial. Se confía en que aparezca una opción que aprovechara la planta en su propio ciclo productivo para reiniciar la actividad.
El Consejo de Administración de Sodercán autorizó días atrás a la compañía para proceder a la ejecución de los avales que el Grupo Vela comprometió en la aventura de Fundinorte para que el ente público accediera a financiar la reapertura de la factoría. Unas garantías próximas al millón de euros que el Gobierno de Cantabria espera recuperar para mitigar el quebranto por su respaldo a esta nueva etapa de la antigua Greyco.
De hecho, el Ejecutivo ya envió un burofax a los empresarios, aunque se estima que el asunto acabará dirimiéndose en la vía judicial. Precisamente, los dueños de Fundinorte recorrieron el camino inverso en junio, esto es, citaron a la Administración regional a un acto de conciliación para que liberara los mencionados avales. Sin embargo, ese capítulo, preludio de una potencial demanda, no ha tenido más recorrido.
No sólo eso. Sodercán ha reclamado los intereses de los préstamos concedidos a Jesús Vela SL y Jesvefe SL, unos atrasos que suman 42.814 euros.
En cuanto al Instituto de Finanzas de Cantabria (ICAF), el préstamo de 700.000 euros está garantizado con la propia finca sobre la que se levanta Fundinorte. Una de las opciones que se manejan es una dación en pago por parte de los administradores concursales. Con todo, aún resta decidir si el Ejecutivo dará el 'ok' al ICAF debido a los condicionantes actuales de la planta, así como las derivaciones en materia tributaria que pudiera acarrear la aceptación de la propiedad. No se descarta, de hecho, que se acabara rechazando esa garantía, aunque es un escenario que todavía está por definir.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.