La producción industrial cántabra cae un 9,3% en 2020, dos décimas más que la de España

Cantabria cerró el año con el Índice de Producción Industrial (IPI) en retroceso, con Baleares a la cabeza con un desplome del 20,9%, según los datos que aportó ayer el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, en la tasa anual, el IPI creció un 9,7% en la región, casi siete puntos más que el conjunto del país (2,9%) y el cuarto incremento más fuerte tras el 25,2% de Extremadura, el 15% de Castilla y León y el 9,9% de la Comunidad Valenciana.

Por tipo de bienes, los bienes de equipo aumentaron un 32,6% en el interanual; los bienes de consumo un 22,9%; y los bienes intermedios un 4%. Por el contrario, se registró un descenso en la energía de un 16,1%.

Según el Instituto Cántabro de Estadística (Icane), el crecimiento a largo plazo de la producción industrial en Cantabria fue inferior a la del conjunto nacional desde marzo 2013 hasta agosto de 2016, donde esta relación se invirtió, si bien el índice en Cantabria es más volátil. Desde mayo de 2019 el crecimiento a largo plazo de la producción industrial en Cantabria ha vuelto a ser inferior al del conjunto nacional.

En España, el IPI descendió una media del 9,1% en 2020, registrando su mayor caída desde el ejercicio 2009, cuando este indicador se hundió un 16,2% en plena crisis financiera. Con el retroceso de 2020, originado por la crisis del covid, la producción industrial pone además fin a seis años de crecimientos consecutivos. Estadística ha señalado que la crisis del coronavirus ha provocado que los diferentes sectores industriales sufran «intensamente» en 2020 los efectos de la pandemia, con descensos pronunciados en la producción, sobre todo en los meses de marzo, abril, mayo y junio.

Los secretarios generales de UGT y CC OO han opinado que «competir en bajos costes laborales», con índices de precariedad laboral y temporalidad como los que han denunciado, «no es la mejor receta para sostener el tejido industrial».

Carmona destacó que Cantabria era una comunidad «tradicionalmente industrial», pero ha habido un «abandono» por parte de empresas y de los últimos Gobiernos que han hecho una «apuesta decidida» por el turismo y no han realizado un cambio de modelo productivo, factores que han llevado a este «deterioro» del sector.

Por último, Sánchez añadió que la región «no puede ser la barra del bar de España», sino que «tiene que tener músculo industrial», y lamentó que, por contra, acumula «muchos años con políticas de fuegos artificiales» en esta materia.