Un promotor de desarrollos renovables presenta la primera oferta firme por Sniace

El Diario contactó ayer con el propio Ventura, después de que su nombre haya ido ganando foco en las últimas semanas como uno de los mejor situados para quedarse con los restos de Sniace. De hecho, es a esta iniciativa, tal y como avanzó este periódico meses atrás, a la que se ha vinculado al que fuera durante lustros la cara visible de la papelera: El expresidente Blas Mezquita, que salió de la entidad en enero de 2019 para ser relevado por Gema Díaz Real. El inversor reconoce la relación y sostiene que «está conmigo en el proyecto pero no va a estar dentro de Sniace. Será un asesor nuestro. No quiero prácticamente a nadie de la vieja guardia que pueda volver a crear barro».

El CEO de Shirl Naira Holding informa que registró una propuesta previa a finales de junio, que finalmente concretó. De hecho, según sus estimaciones, los concursales podrían adjudicarle la unidad productiva en dos meses en caso de que se decantaran por su planteamiento.

Ventura recuerda que su relación con Sniace no es nueva. De hecho, entre 2015 y 2016 estuvo a punto de entrar en la entonces firma cotizada como accionista. Llegó incluso a participar en una reunión con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) junto a directivos de la compañía y el propio comité. En aquel entonces no constaba experiencia industrial previa y figuraba como apoderado de la empresa J20 Asesores, constituida en julio de 2015 con un capital social de 3.000 euros. Ahora las cosas han ido evolucionando para ambas partes, asegura: «Si me hubieran hecho caso en 2015, hoy en día Sniace no estaría como está», arranca. «Voy a por la unidad productiva. No voy para especular, sino para hacer lo que la compañía tiene que hacer», se presenta. Como complemento, formó parte de Helicán, la firma con la que Sniace concurrió al concurso eólico cántabro anulado posteriormente por los tribunales.

¿Cuál es esa hoja de ruta? Parece claro que la energía es el fuerte de Ventura, aunque igualmente menciona otros apartados. «Sniace debe centrarse en celulosa, fibra, algo de textil... Combinado con energías renovables. La única manera de poder hacer viable la compañía es abaratar el coste de la energía», con actuaciones fotovoltaicas en el recinto y eólicas para garantizar suministro al complejo, afirma. La idea, elevar la generación de energía 'verde' en 350 o 400 MW.

Ventura esgrime sus cálculos. «Nosotros tenemos planteada una inversión prevista a cuatro años que oscila entre los 400 y los 600 millones. Va en un proyecto muy grande con muchísima energía y una viabilidad total. Un Ebitda a seis años, sin la pata del hidrógeno que también tenemos recogida en el plan, de 390 millones». Unas cifras relevantes que irán soportadas, aduce, a través de fondos y bancos. «Tenemos 750 MW en Andalucía y hemos solicitado potencia eólica en Cantabria», agrega.

El proyecto, según su promotor, igualmente crearía empleo en caso de llevarse a cabo. «Primero empezaríamos con la venta de fibra, al estar ahora la celulosa en valores bajos, por lo que sólo la usaríamos para producir. Cuento con todos, aunque su incorporación sería progresiva. Tenemos preparado un nuevo convenio, prácticamente el mismo que el actual aunque ajustado a los parámetros reales de los momentos por los que pasamos», asevera.

Mientras Shirl Naira Holding va haciendo sus planes, otros interesados en la unidad productiva lamentan que, en su opinión, los administradores concursales no están colaborando e, incluso, «están dando largas». Como ejemplo, otro conglomerado de inversores lleva desde junio esperando a que se les permita visitar las instalaciones de Torrelavega, además de hablar con el personal de mantenimiento y los tecnológos del recinto. Como complemento, reprueban la falta de información detallada que han requerido de forma reiterada.

Esta segunda alternativa, que agrupa a diversos inversores e incluso a los pequeños accionistas, sí que apuesta por un plan industrial más al uso. «El conocimiento es el único recurso que con el uso crece. Mucho más valor que las instalaciones, por modernas y completas que sean, tiene todo ese conocimiento acumulado en Sniace: celulosa, fibra, lignina, etc. Cualquier propuesta que no se apoye en esa palanca está condenada a revivir los malos tiempos pasados hasta que, inexorablemente, llegue el cierre», apunta un portavoz de este otro proyecto.

«Se está trabajando en una oferta industrial que contempla la totalidad de Sniace, desde la gestión forestal hasta la depuración de aguas. Todas ellas son capaces de aportar valor y riqueza haciendo las mejoras e inversiones que requieran. Los ciclos existen en todos los mercados, como lo demuestra el de la celulosa y fibra. Y después de los tiempos malos vienen los buenos si se han hecho las tareas adecuadas para poder aprovecharlos. Requisito esencial es un equipo motivado, con disponibilidad de fondos, apoyado por los trabajadores y con una estrategia industrial de futuro», anotan. Por ello, reclaman «una transparencia completa para poder diseñar un nuevo proyecto».

El comité suspendió la asamblea y concentración de hoy por la pandemia. Iba a hablar del plan de liquidación.