«Es un proyecto que llevábamos buscando durante largo tiempo»

«Hay menos de 20 proyectos de este tipo en el mundo y uno va a instalarse en Santander, con todo lo que supone de proyección internacional y potencial tractor para futuras iniciativas similares». El diagnóstico lo efectúa David Carrascosa, director técnico de Saitec Offshore, la spin off de la compañía vasca Saitec que en apenas unas semanas enclavará en el abra de El Sardinero, frente a la segunda playa, un prototipo escalado de plataforma eólica marina. El programa BlueSATH gira en torno al ensayo en condiciones reales de un aerogenerador flotante a escala 1:6 de un modelo de 10 MW. Sus características técnicas, 17,45 metros de altura a 800 metros de tierra firme, con un peso de 50 toneladas y 15 metros de diámetro de rotor.

Una actuación innovadora en el fondeadero de invierno del Puerto de Santander que ya tiene calendario. Con las piezas actualmente en construcción y ensamblaje –buena parte del proyecto, con 2,7 millones de inversión, se ha subcontratado a firmas especializadas de Cantabria–, la botadura de la plataforma se celebrará en el muelle de Astander el próximo 10 de enero. A partir de ahí, unos días después que dependerán de diversas condiciones meteorológicas y de las mareas, se procederá a enclavar el aerogenerador entre el campo de golf de Mataleñas y la Península de La Magdalena. Doce meses de pruebas para la validación del comportamiento dinámico de la plataforma y el análisis de su impacto ambiental. Luego se retirará.

Para ello, se estudiarán los diferentes ámbitos afectados durante la construcción, instalación y operación: la huella de carbono, medio acuático, residuos, etc. También se compararán y certificarán los modelos numéricos de la fase previa de ingeniería de detalle con el fin de obtener modelos que permitan una optimización final de la estructura, reduciendo costes y verificando la integridad estructural del aerogenerador. Por otro lado, se pretenden identificar las variables que mejor pronostiquen el daño en los diferentes elementos de la estructura, de manera que se pueda predecir su vida útil a través de una serie de sensores. Además, se localizarán los posibles retos y riesgos derivados de la logística y el transporte del demostrador desde la ubicación de fabricación y ensamblaje hasta su emplazamiento de operación.

La propuesta, que cuenta con un 70% de financiación europea tras pasar un exhaustivo filtro para llegar a esos fondos continentales, llega a Cantabria por los motivos ya explicados al anunciar el proyecto. El Abra de El Sardinero debido a sus condiciones metoceánicas (viento, oleaje, corrientes y profundidad) supone un emplazamiento idóneo al ofrecer protección frente a los severos temporales del Noroeste gracias a la presencia del Cabo Mayor, que consigue atenuar en gran medida las alturas de ola incidentes en el interior de la Bahía. Esto da lugar a un entorno real con condiciones escaladas para efectuar el ensayo.

Con parte de las piezas ya acabadas en Astander, y el grueso del dispositivo avanzando en Degima, Carrascosa explica que «en el evento del 10 de marzo haremos la presentación del proyecto, con la plataforma en el agua, y poder contar las perspectivas futuras», que tienen como destino último la comercialización del dispositivo, una pretensión para lo que se tienen ya contactos avanzados desde Saitec para lanzar su solución al mercado.

Previamente a la salida del dispositivo de Astander se emplazarán en El Sardinero las anclas y las cadenas, ya en los muelles del astillero, a unos 15 metros de profundidad, más otros dos adicionales dentro del fondo marino. En cuanto al proceso constructivo, «en Degima se está fabricando el flotador, la pieza de transición que une el flotador con la torre, y el mástil en sí mismo. Una vez rematadas, el ensamblaje se efectuará en los propios diques de Astander, una operación que arrancará en febrero», detalla.

Abel Bascones, de Astander, amplía que «también realizaremos pruebas controladas, introduciendo agua en el muelle para ver cómo reacciona la plataforma». Más de medio centenar de personas, con varias subcontratas regionales inmersas, participa en el proyecto.

El 75% de la inversión ha recaído en la contratación de firmas locales. «Es un proyecto que se va a ver mucho tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo en Europa y Asia. Al final es una gran publicidad para nosotros como empresa, tanto como para toda la cadena de suministro, lo que abre a estas empresas cántabras una gran oportunidad en el mercado de la eólica marina», detalla el portavoz de Saitec.

En la misma línea se expresa Luis San Segundo, director financiero de Degima y, en paralelo, presidente del Clúster Sea of Innovation de Cantabria. «Es un proyecto que desde el clúster llevábamos buscando desde hace largo tiempo. Es un proyecto tractor, en el que se involucran varias empresas de la Comunidad. Es una actuación importantísima por las expectativas que genera y por la visibilidad que nos ofrece como foco europeo para traccionar las energías marinas».

San Segundo abunda en que «perseguíamos una iniciativa de esta naturaleza para que eclosionaran en Cantabria las energías marinas. Lo definiría como ilusionante, ya que nos permite mostrar a Europa y al mundo que la Comunidad existe en energías renovables y que nos devuelve a la senda de este tipo de tecnología».

Degima, situada en Maliaño y separada de Astander por la ría de Boo, lleva trabajando en la propuesta «físicamente» desde octubre, «pero previamente aportamos nuestra visión y experiencia en el desarrollo de prototipos, ya que empezamos con las boyas. A pesar de que esta tecnología no estaba madura, nos dio una visión para afinar los problemas que se pueden dar en el mar o los proyectos en que teníamos que participar para mejorar nuestra aportación», expresa San Segundo. Una calderería orientada hacia el I+D.

Cerca de 30 personas de Degima han trabajado en el aerogenerador en diferentes momentos. «El trabajo está ya muy avanzado. Nuestra idea es poder hacer un premontaje antes de que salga hacia Astander y allí salga todo perfecto», completa.

«Es un proyecto que va a estar a la vista de todo el mundo. Para nosotros es una actuación estrella y hay que lucirse», remacha el director financiero.

En este sentido, Carrascosa complementa que «es un sector totalmente emergente. Cualquier proyecto que se ubique en aguas abiertas supone una punta de lanza tremenda». Una tecnología, y un mercado, ingente que busca frente a la capital santanderina la información que le permita desarrollarse.

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