El proyecto para producir biometano en Hazas de Cesto recibe 2,2 millones de la UE

Ese espaldarazo de la Administración central a la iniciativa del biogás -a través del Perte de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA)- no es la única novedad en torno a la actuación. De entrada, la compañía promotora de la misma ha cambiado. Aurea Green Gass vendió sus activos nacionales en este campo al gigante financiero Goldman Sachs, que el año pasado estrenó su plan de operaciones en este negocio. Como hoja de ruta, una inversión de 1.000 millones en este ámbito en Europa, con la vista puesta en el mercado español. La compra de activos a Aurea Green Gass conllevó el traspaso de una cartera de proyectos ya en desarrollo en España con una capacidad total de 150 gigavatios hora (GWh) al año.

Ahí se incluye la actuación cántabra, ahora bajo una nueva firma impulsora: Verdalia Bioenergy. Según explicaron en su momento ambas partes, Goldman Sachs tomaba el control de cinco proyectos de biogás ya en desarrollo ubicados en Castilla y León, Cantabria, País Vasco y Cataluña con capacidad para abastecer de gas a más de 15.000 hogares. Según las cifras facilitadas entonces, las plantas de biometano incluidas en el acuerdo crearán 80 puestos de trabajo y reducirán las emisiones de metano a la atmósfera en 1.276 toneladas al año, recortando el impacto medioambiental del sector ganadero.

No obstante, Verdalia ha cambiado notablemente el proyecto que tenía para Praves Aurea Green Gass. De hecho, ha introducido diferentes modificaciones tecnológicas para superar los reparos que inicialmente había puesto el Ejecutivo cántabro a la planta, como las balsas o las salidas de agua.

Esta revisión sustancial de la hoja de ruta implicará, en la práctica, recorrer de nuevo todo el proceso administrativo. Más aún, que la inversión destinada a levantar el complejo supere los 16 millones que se estimaron en un primer momento.

Como explicó El Diario en marzo de 2023, entonces el plan inicial se hallaba en la fase de exposición pública para que todo aquel que lo deseara pudiera consultarlo. En paralelo, la anterior empresa promotora, Biofertilizantes Green Gass, abrió una oficina en el pueblo para informar de primera mano a vecinos e interesados de todos los pormenores y salvaguardas de la actuación, así como acompañar a los lugareños al punto exacto en que se levantará la instalación, a unos 500 metros del vertedero de Meruelo.

La iniciativa, ya de entrada, no era menor pues contemplaba una inversión de 16 millones de euros y 20 empleos directos, que pretendían asignarse a desempleados de la zona. Como complemento, la actividad indirecta generada por el traslado de los materiales, así como en el mantenimiento del complejo. Todo ello para absorber unos 100.000 metros cúbicos de purines ganaderos, así como otros 40.000 adicionales de residuos orgánicos como estiércol seco, lodos de depuradora de industria agroalimentaria, desechos de gallináceas o suelos lácteos.

Ahora el proyecto entra en una nueva etapa en la que evidentemente lo más importante es el respaldo tanto del Gobierno cántabro como de las instituciones locales. Las modificaciones introducidas, además de elevar la inversión, van encaminadas precisamente a dotar a la instalación de las mayores garantías ambientales para la actividad. Se esperan novedades en los próximos meses, pero los fondos europeos ya son una buena carta de presentación.