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El Puerto: el noray de Santander

El Puerto: el noray de Santander

La Autoridad Portuaria cierra su segundo mejor año histórico con un cambio en el peso de sus tráficos

Jesús Lastra | José Carlos Rojo | Álvaro Machín | Alberto Santamaría

Martes, 11 de febrero 2020

Apenas tres barcos. Eso es lo que ha separado al Puerto de Santander de batir su récord histórico en cuanto a toneladas movidas por los muelles de la capital autonómica. Un cierto regusto amargo por no haber podido mejorar un registro que data de 2005 y superó los 6,63 millones de toneladas pero que no puede ocultar lo que ha sido un año sobresaliente en la rada regional. La cifra, rotunda: 6,55 millones de toneladas, con una tendencia alcista progresiva en los últimos años.

Para 2020 la Autoridad Portuaria de Santander (APS) ya está trabajando en nuevas iniciativas y actuaciones ante lo que se prevé como una coyuntura compleja que pueda dificultar esta escalada gradual estadística de los últimos años. No obstante, atendiendo al análisis de 2019, se observan diversas tendencias dominadoras, dentro del buen comportamiento general.

Por ejemplo, la mercancía general, esto es, la de mayor valor añadido y que más actividad genera en el entorno, además de la que la APS está buscando potenciar de cara al corto y medio plazo, no llegaba al 20% del tráfico total cuando se tocó techo en 2005. Ahora, con las cifras de 2019 recién recopiladas, ha rozado el 40%.

Más aún. Los graneles sólidos han supuesto, con 3.646.528 toneladas, el 55,6 % del tráfico total y, por lo tanto, el negocio con más peso. La mercancía general, con 2.586.789 toneladas, ostenta el 39,45%. Por último, los graneles líquidos, con 323.611 toneladas, apenas representan el 4,94% de la actividad.

Según la organización que preside Jaime González, dentro de la mercancía general tiene especial relevancia el tráfico rodado o ro-ro, con 2.187.265 toneladas y casi un 20% de crecimiento con respeto al año anterior. Aunque la cifra todavía es pequeña, las 178.638 toneladas de mercancía en contenedores, con un crecimiento del 88% con respecto al año anterior, abre nuevas expectativas subido en la ola de la naviera CLdN, cuya actividad en Cantabria arrancó en 2016 y ahora tiene espacio concesionado en Raos 8.

Por productos, la categoría de 'automóviles y sus piezas', con 754.481 toneladas, es la de mayor relevancia, seguida por la exportación de cemento, que se ha movido en 527.966 toneladas y que además ha crecido más de un 23% con respecto al año anterior. Completan el podio de notables los abonos, con 486.920 toneladas; y los cereales, con 466.375 toneladas.

Otro de los pilares estratégicos del negocio portuario es el trasiego de automóviles, una actividad complicada porque el sector ha entrado en una especie de parálisis que, obviamente, impacta a toda la cadena de suministro, ya sea dentro del propio montaje como a los organismos que favorecen el traslada de productos. Como dato, pasaron por Santander el pasado ejercicio 457.503 vehículos, un 5,5% menos.

El comportamiento de la exportación, con un crecimiento del 3,2%, ha sido muy diferente a la importación, que retrocede un 17,4%, caída motivada por la debilidad del mercado interno, al que las dudas sobre el futuro normativo y qué modelo es óptimo para abordar la transición de la movilidad que debiera culminar con la electrificación total de los motores han atenazado en los últimos tiempos.

Una radiografía por áreas que muestra que el Puerto está virando su actividad, sin dejar de lado los graneles sólidos, hacia una mercancía general más resguardada de los avatares coyunturales. El propio consejero de Industria, Francisco Martín, así lo resaltó en diciembre al hacer balance del año, destacando que al especializarse en mercancía general, se está erigiendo en «motor de muchas otras actividades». El objetivo de legislatura, anunció junto al propio González en su momento, es promover una inversión global de 300 millones.

Un trabajo que el año pasado rindió fruto, tal y como acreditan las estadísticas de Puertos del Estado. Hasta noviembre la entidad autonómica experimentaba un crecimiento internanual del 13,23%, el segundo mayor del país, tan sólo superado por Málaga (18,91%), y una media general de un incremento del 1,65%. Respecto al contexto más próximo, Bilbao cedía un 0,66%, mientras Gijón retrocedía un 7,96%.

Principales hitos

En un año sobresaliente como 2019 se han producido diversos hechos destacados. A saber, Santander volvió a ser reconocida por cuarto año consecutivo –desde 2015 y hasta 2018– por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) con la primera posición en la valoración logística marítimo-portuaria, una distinción que cobra más relevancia en la mencionada coyuntura actual y que refleja la satisfacción de los clientes con el servicio que reciben en Cantabria.

Ha habido diversos acontecimientos notables. El Puerto de Santander estrenó en octubre una nueva línea regular que une Cantabria con el sureste asiático. Esta línea regular, de la naviera 'K' Line Car Carrier, representada en España por Bergé, además de vehículos, camiones y plataformas transporta todo tipo de mercancía especial sobredimensionada, como equipos ferroviarios, eólicos, yates, maquinaria de obra civil/pública u otros proyectos. El 'Athens Highway', con una eslora de casi 200 metros y una manga de 32, fue el encargado de inaugurar una línea que realizará dos escalas mensuales en Santander, uniendo así la autonomía con el sudeste asiático vía Singapur. En su primer viaje, cargó automóviles del Grupo Volkswagen con destino Japón.

6.55

millones de toneladas movió en 2019. El Puerto cierra en 2019 su segundo mejor registro histórico en cuanto a tráfico en los muelles. En 2005 alcanzó los 6,63 millones.

El tráfico de cruceros también merece una mención especial. El pasado ejercicio concluyó con 21 escalas en Santander, cuando nunca se habían sobrepasado las 12 escalas anuales. Por el momento, para 2020 hay ya confirmadas 16 paradas. En cuanto al número de cruceristas, se llegó en 2019 casi a los 30.000, cuando el máximo histórico no rozaba los 15.000.

En esta línea, el Puerto está trabajando para entrar en una nueva dimensión. Las perspectivas tanto en cruceros como en tráfico de ferry son tan buenas que el Puerto separará a corto plazo la infraestructura que ahora comparten ambos tráficos, la Estación Marítima. Ésta acogerá a partir de 2023 únicamente las embarcaciones de crucero mientras que se atenderá al tráfico de Ferry en una nueva instalación ubicada en los Muelles de Maliaño, a la altura del Depósito Franco. González ya destacó la ventaja competitiva que supondrá tener una renovada estación de cruceros en pleno centro de la ciudad.

Ese traslado de la terminal de Brittany Ferries igualmente está motivado por otro proyecto de calado vinculado a la sostenibilidad ambiental y a la transición energética. La instalación de una terminal para suministrar Gas Natural Licuado (GNL) supondrá una inversión de 32,8 millones de euros de los que la Unión Europea cofinanciará seis. El equipamiento servirá para proveer a los futuros buques de Brittany Ferries y tendrá como efecto colateral una reforma del muelle para adaptarlo a su nuevo cometido. El depósito, con capacidad para 1.000 metros cúbicos, será construido por el consorcio creado por Repsol LNG Holding, la APS y ESK.

Las sombras

Un año de luces también ha tenido sombras. El Puerto no esconde su preocupación por las intrusiones ilegales de polizones, cerca de 2.000 el pasado año. La elevación de la valla perimetral no ha frenado los intentos de colarse ilegalmente, con el consiguiente riesgo físico tanto para los infractores como el peligro de perder contratos y clientes al no salvaguardar la integridad de cargas que van dirigidas directamente a consumo. Por otro lado, la polémica por el uso de Santander para cargar material bélico rumbo a Arabia Saudí ha bajado de intensidad.

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