Las pymes cántabras no acuden al ERTE pese a los problemas de la gran industria

Al contrario, en las dependencias de la Dirección General de Trabajo se han registrado entre septiembre y el 15 de octubre apenas 12 casos, con pocos trabajadores cada uno -hay una calderería que sí que aglutina 36 empleados- que en su totalidad podrían llegar a afectar a un centenar de personas. La afectación no es automática ni alcanza a todos estos ERTE de forma simultánea, sino que cada empresa los va aplicando, tanto en tiempo como en cantidad, según sus necesidades productivas.

Desde la Consejería de Empleo se insiste en la fortaleza de las compañías regionales a tenor de estas estadísticas y pese a las dificultades que sí que enarbolan otros 'gigantes' como Global Steel Wire, Reinosa Forgings & Castings, Ferroatlántica, Evobus... Todas ellas ya tenían vigentes ERTE tiempo atrás y los utilizan como una palanca más de su estrategia. De hecho, aquellas peticiones ni siquiera coincidieron en el tiempo, sino que cada organización solicitó su tramitación, o renovación según el caso, en función de su hoja de ruta en el corto y medio plazo.

102trabajadores, si coincidieran a la vez, estarían afectados por estos nuevos

8expedientes se pidieron en septiembre, cuatro hasta el 15 de octubre.

En cuanto a las nuevas peticiones para regular temporalmente plantillas, la percepción desde el Ejecutivo regional es de «estabilidad». En septiembre se contabilizaron ocho expedientes, con una afectación global de 81 trabajadores. En paralelo, entre el uno y el 15 de octubre llegaron otras cuatro solicitudes, que agrupan a 21 empleados.

Sobre el perfil del negocio, se observa que la mayoría, más allá de la mencionada calderería, cuenta con estructuras de personal pequeñas, conformadas por entre cuatro y siete integrantes.

Otro detalle. La amplia mayoría de los ERTE que entran en Trabajo son de suspensión de contratos. Los empresarios ya no optan por la modalidad de reducción de jornada.

Por sectores, también es evidente la heterogeneidad de los ERTE. Aparecen sociedades vinculadas al metal, transportes, servicios informáticos, comercio, limpieza industrial... En otras palabras, por el momento no se percibe un 'efecto contagio' de las grandes respecto a otras empresas con las que operan.

La normativa actual, en especial para las grandes con ERTE vigentes, simplifica la prórroga de las regulaciones, de forma que se facilita la tramitación de estas herramientas que en la actualidad son vistas como una pata más para la flexibilidad de las organizaciones en tiempos complejos.

Un asunto no menor: el Ejecutivo no ha recibido ERE, esto es, expedientes de extinción para despedir personal.

Las causas para pedir estas regulaciones son, por lo general, organizativas y productivas, que al fin y al cabo es un concepto general donde «cabe todo».

Respecto a la duración de los expedientes, la vista está puesta a varios meses, cerca del año en su conjunto. Entre junio y septiembre culminan varios de ellos. El verano, de hecho, hace de frontera, pues unos finalizan justo antes y otros después.

Con este planteamiento, desde el Ejecutivo cántabro seguirán muy pendientes de la evolución de la documentación que entre en Trabajo como termómetro de la salud de la empresa regional, condicionada no obstante por una coyuntura que trasciende las fronteras locales.

El Gobierno de Cantabria igualmente tenía cuatro agencias de viajes acogidas al Mecanismo Red dirigido durante la pandemia a este tipo de negocios que, con motivo de las restricciones pasadas en relación al moviento de personas fuera de las fronteras nacionales, se vieron más penalizadas que otros sectores que pudieron ir recuperando antes sus revoluciones.

Sin embargo, la Dirección General de Trabajo concreta que las compañías incluidas en esta fórmula no están haciendo uso de estos ERTE específicos, lo que denota su normal funcionamiento, más allá de las dificultades generales económicas.

Este Mecanismo Red está abierto hasta el próximo 31 de diciembre. Como particularidad, las empresas que se adhieran podrán beneficiarse de un 40% de exoneración en los seguros sociales. A cambio tendrán que presentar un plan de recualificación con acciones formativas que posibiliten la recolocación de los trabajadores en otro puesto dentro de la misma empresa, o bien, en otras empresas. Se buscaba, en definitiva, favorecer la empleabilidad de personas cotizando en un sector que en ese momento presentaba muchos interrogantes.

No obstante, tampoco en Cantabria se tiene constancia de que estas agencias se hayan visto en la necesidad de poner en marcha las mencionadas acciones formativas, otro argumento para defender la progresiva vuelta a la normalidad de un negocio estrechamente vinculado al consumo y que ha visto la luz tras la retirada de las limitaciones coronavíricas.