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Sánchez Navalpotro y Alcalde (derecha), ayer en la Cámara de Comercio. R. Ruiz
«Queremos calificar crediticiamente entre 50 y 60 pymes de Cantabria en un año»

«Queremos calificar crediticiamente entre 50 y 60 pymes de Cantabria en un año»

Alberto Sánchez y Antonio Alcalde- Responsables de Inbonis Rating ·

La agencia de calificación empieza a desplegar en la Comunidad un plan pionero a nivel nacional para ayudar a la empresa a captar financiación

Jesús Lastra

Santander

Martes, 14 de julio 2020, 07:12

Cantabria es desde ya escenario de un proyecto piloto que prevé exportarse a todo el país para calificar crediticiamente a las pymes que así lo deseen. La iniciativa, promovida por la Cámara de Comercio, corre a cargo de Inbonis Rating, que ayer en Santander empezó a explicar el plan a través de Alberto Sánchez Navalpotro, su consejero delegado; y Antonio Alcalde, director de Rating. La iniciativa se presentará oficialmente en septiembre junto a Banco Santander, avanza la Cámara.

-¿Cómo fue elegida Cantabria para desarrollar este proyecto pionero a nivel nacional?

-A partir de una idea del director general de la Cámara de Cantabria -Jesús Tortosa- en una reunión con el resto de directores de las cámaras nacionales con el presidente del Cesce, Fernando Salazar, que presentó la calificación crediticia para pymes. Se habló de llevar la idea a una comunidad autónoma como piloto para desarrollar el trabajo de campo inicial. Cámara España designó a Cantabria, que ya de por sí tenía muchas ganas.

-¿Qué van a hacer en virtud de este convenio por un año?

-Inbonis es una agencia de calificación crediticia, la primera dedicada a pymes en Europa. Históricamente es un mercado que sólo sirve a grandes empresas y estados, y pensábamos que faltaba descender al mundo de las pymes para que éstas pudieran beneficiarse de ciertos instrumentos financieros. Nuestra empresa lleva cinco años de funcionamiento, de los cuales hemos dedicado buena parte a generar credibilidad con inversores institucionales como bancos o sector público financiador. Queríamos ver la utilidad que ellos otorgan a esta calificación antes de ofrecérsela a la pyme. Sabemos muy bien qué es, pero teníamos que poder explicar muy bien para qué vale. El acuerdo con la Cámara nos ofrece la capilaridad para acceder al tejido empresarial. En Cantabria hemos identificado una población de unas 450 empresas que facturan entre dos y 50 millones. El objetivo es que la pequeña empresa pueda beneficiarse de estas calificaciones. La idea en estos primeros 12 meses pasa por llegar a 50 o 60 de ellas. Este piloto, con el apoyo de las administraciones, también valdrá para medir las externalidades positivas de la transparencia.

«La calificación permite huir de prejuicios como 'empresa pequeña, cascarón frágil»

-¿Para qué le va a servir a una pequeña y mediana compañía de Cantabria esta calificación crediticia?

-Hemos calificado ya a más de 100 empresas. Siempre hay una utilidad de corto plazo porque haya alguna operación de financiación. A más largo plazo, la mayor utilidad puede venir de que a una compañía se le explican sus fortalezas y debilidades que conforman esa calificación concreta. Es la primera vez que una pyme va a recibir un análisis de un organismo homologado para entender por qué se le aceptan o deniegan determinados créditos. Es una forma de aumentar la cultura financiera de las pymes. Un ejemplo, la primera empresa cántabra que ha solicitado homologarse no lo ha hecho por una cuestión de financiación, sino por ganar credibilidad. Es una empresa que considera que va muy bien, con grandes clientes del IBEX, y que entiende que esta calificación le permitirá huir de prejuicios como 'empresa pequeña, cascarón frágil'.

-¿Qué criterios se siguen para otorgar una calificación a una pyme?

-Es un análisis medido, estructurado en cuatro grandes áreas. No sólo está la parte financiera. Hablamos de modelo de negocio, su situación en el mercado y fortalezas y debilidades. Estás grandes áreas se subdividen en otros campos. Examinamos el gobierno corporativo, su gestión... Igualmente, el entorno, que hoy en día tiene una incidencia sectorial significativa. La vigencia de la nota se extiende 12 meses, con posibilidad de revisarse.

-Antes del análisis en profundidad, ¿qué salud tienen desde fuera las pymes cántabras?

-Vemos un sesgo sorprendente de mayor actividad industrial respecto a la media nacional. La rentabilidad, lamentablemente, está en los ratios nacionales, con unos índices de rentabilidad próximos al 3,5%. Esto, unido al hecho de que la banca se está retirando de financiaciones a largo plazo, augura que si no se invierte no se podrá mantener la rentabilidad. Ahí es donde creemos que la calificación puede ayudar.

«Entiende perfectamente el mensaje de que la transparencia es positiva»

-Se han reunido con Sodercán y el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF), ¿qué les han transmitido?

-Ha habido mucho interés. Son instituciones que ahora están respondiendo a una situación de excepcionalidad. Creo que entienden perfectamente el mensaje: la transparencia es positiva.

-También con la Empresa Familiar, ¿qué les ha pedido?

-Nos comentan que llevan tiempo haciendo pedagogía sobre que hay 'otros mundos' para financiarse. Este proyecto puede ayudarles en esa senda.

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