Entre leyendas, exaltaciones líricas y composiciones musicales, los remeros de Castro navegan en el misterioso mar de su historia con ambigüedad de fechas, pero con el orgullo de considerarse el club deportivo más antiguo del Cantábrico (1879). Pero años antes obtuvieron su primer triunfo en ... la bahía de Santander, ante la reina Isabel II y con la glosa del poeta Antonio García Gutiérrez a la que puso música el maestro Barbieri.
Las familias de pescadores fueron las que primero empuñaron los remos para cazar ballenas, y la rivalidad entre las villas del Cantábrico daría origen a los retos y desafíos que tanto entusiasmaban a los vecinos de cada puerto de mar. Esos regateos comienzan a documentarse a partir de la década de 1840, aunque el más destacado fue el que se celebró en la bahía de Santander el 22 de julio de 1861 en presencia de la reina Isabel II que estaba de visita en la ciudad, y en donde los castreños fueron los grandes protagonistas. Aunque en principio los pescadores no estaban dispuestos a acudir a la regata por temor a perder las ganancias de la pesca del bonito, menor que la del premio al vencedor, la presencia real animó a los competidores, que se concentraron en tres barcos que usaban para la pesca, dos de ellos con marineros de Castro y otro con remeros de Ondárroa, Lequeitio y Bermeo. Los vizcaínos, con un gran empuje, se adelantaron desde el principio sin que nadie creyera que los montañeses pudieran alcanzarlos, pero una de las embarcaciones castreñas, la de José Ahedo, se adelantó en el momento de hacer la ciaboga con la furia de la venganza por la derrota que en un principio se había supuesto y que no fue tal, porque pasó de largo victoriosa adjudicándose los 4.000 reales de vellón que el triunfo otorgaba. La pugna para el segundo puesto fue más emocionante y los de Vizcaya fueron también rebasados por el otro barco castreño patroneado por Ignacio Ruiz.
La victoria castreña fue muy celebrada y el ilustre vecino de la villa, el poeta Antonio García Gutiérrez, autor del 'Trovador', compuso la 'Jota del regateo' a la que puso música el maestro Asenjo Barbieri para cantar estrofas como: «De Castro, bravos hijos/ ya tenéis fama/ en cuanto el sol alumbra/ y el mar abarca/ Que no se pierdan/ las glorias adquiridas/ por vuestra tierra».
Años después, con motivo de la triste galerna de abril de 1878 donde murieron centenares de pescadores cántabros y vascos, los remeros de Castro se organizaron como club después de haber perdido una regata en beneficio de las familias de los fallecidos. Fue en 1879 cuando decidieron organizarse para potenciar su boga, participando en diversos y esporádicos retos aprovechando las fiestas patronales estivales de las villas y ciudades portuarias. En Santander, con el dinamismo del Real Club de Regatas, comenzaron a frecuentarse competiciones de traineras y en 1922 participó la 'Joven María' de Castro que tuvo como gran rival a la 'Joven Rosa' de Laredo, y en 1924 compiten dos barcos castreños en la bahía santanderina, 'La Castreña 2' y la 'Joven Lola'.
Sin embargo, es en los años treinta cuando la trainera de Castro, patroneada por Dionisio Irriberri, consigue importantes actuaciones y adquiere el apodo de 'La invencible', participando también en la bahía de Santander con Pedreña, Las Presas y Puerto Chico.
En La Concha
En 1932 Castro se aventuró a participar en La Concha de San Sebastián con dos jornadas completamente diferentes. Si desgraciada fue la primera, en la segunda los remeros cántabros hicieron el mejor tiempo y dejaron atrás a las bancadas de Sestao, Amaika, Fuenterrabía, Pasajes, Aguinaza y Zumaya. Aquella actuación fue muy celebrada y supuso la organización en Santander de un homenaje que consistió en una exhibición de la trainera castreña por la bahía y una fiesta en el Casino de El Sardinero con la presencia de los alcaldes de Santander y de Castro, y en donde fue inevitable cantar la 'Jota del regateo'.
Tras la guerra civil, en 1939, Castro ganaría la primera prueba celebrada en Santander pugnando con Pedreña, Peñacastillo, Laredo y Santander y obteniendo la Copa y el premio donados por el general Moscardó.
Normalizadas las competiciones, Castro se proclamó, entre otros títulos e innumerables banderas, campeón de España de bateles en 1944, algo que repetiría en 1968 y 2008; campeón de España de Trainerillas en 1949 y 2009 y campeón de España de Traineras en 2001, este último triunfo dentro de la etapa más gloriosa de la embarcación castreña que desde 1974 lleva el nombre de 'La Marinera'. Ese mismo año de 2001 el club, liderado por Vicente y José Luis Korta consiguió, además, el triunfo en la Liga Vasca, que también ganaría en 2002, y la Bandera de la Concha que conquistaría en 2001, 2002, 2006 y 2008. En 2009 Castro logró la victoria en la Liga San Miguel de la ACT (Asociación de Clubes de Traineras), sin olvidar la Copa del Generalísimo en 1974 y la Copa del Rey en 1984 para completar uno de los mejores historiales del remo cántabro.
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