Repsol agiliza los trabajos técnicos previos para poder iniciar la ampliación de Aguayo

Esta ampliación, que Repsol ha asumido desde la adquisición de parte de los activos de Viesgo, es de vital importancia para Cantabria, empezando por las fuertes inversiones que supone, pero sin olvidar todo lo que se refiere a la mejora de las infraestructuras de la región.

En la reunión, celebrada ayer en la sede de la Consejería en el Pctcan, han participado por parte de Repsol el director de Operaciones Generación Baja en Carbono, Jesús Chillón, y la responsable del proyecto, Elena Agudo, así como el director general de Industria, Energía y Minas, Daniel Alvear.

El consejero ha recordado que Repsol aspira a convertir la central hidroeléctrica de Aguayo en 2026 en un punto estratégico para el almacenamiento de energía renovable en España.

La compañía espera iniciar en 2022 las obras de este proyecto de ampliación que ya tiene la declaración de impacto ambiental, y que supondrá una inversión de aproximadamente 700 millones de euros, la mayor de la historia de la Comunidad Autónoma.

El consejero ha reiterado a Repsol el apoyo del Gobierno cántabro en todos aquellos trámites que son de su competencia y ha confiado en que la ampliación se incluya entre las actuaciones que obtengan financiación europea, que es una de las cuestiones pendientes junto con la regulación del almacenamiento eléctrico por parte del Gobierno de España.

La ampliación de Aguayo se incluye en el Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol que quiere ser una entidad neutra en carbono en el año 2050. La actuación supone incrementar en un gigavatio (GW) la capacidad instalada de la actual central de bombeo y elevarla hasta un total de 1,4 GW, convirtiéndose en la segunda más grande de España de sus características.

En funcionamiento desde 1982, con la capacidad de almacenar energía, esa ventaja diferencial permite su utilización dentro del sistema eléctrico para compensar los momentos en los que hay exceso de producción renovable, acumulando energía, y los momentos de exceso de demanda, generándola.

Según explicó Repsol en su día, Aguayo II consistiría en la ampliación de la central, de forma que, «casi sin impacto visual y sin necesidad de realizar actuaciones de relevancia en el embalse de Alsa ni el depósito de Mediajo, se optimice su funcionamiento. Para ello, se instalarían de forma subterránea nuevas conducciones de agua y equipos que permitirían incrementar la potencia de la central hasta cerca de 1.000 MW adicionales, con lo que la producción anual de energía llegaría a los 2.000 GWh/año.

La ampliación de la central se configuraría con cuatro grupos de turbinas reversibles de una potencia aproximada de 250 MW cada una.