El Gobierno central rectifica e incluye al Puerto de Santander entre los que pueden recibir pasajeros

La llegada de turistas tendrá que esperar, al menos, hasta el 15 de junio, pero el movimiento de Sanidad sí que da seguridad a la naviera para que pueda empezar desde ya la venta anticipada de billetes. Este último punto era especialmente importante para el Ejecutivo regional, que entendía que la exclusión del Puerto de Santander podría traducirse en un retraso en la reactivación del turismo internacional en Cantabria.

Fue el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, el que a primera hora de este lunes comunicó la decisión al presidente regional en una llamada telefónica. Lo hizo después de la protesta enérgica que manifestó Revilla a Pedro Sánchez el domingo, durante el transcurso de la videoconferencia de presidentes autonómicos. El jefe del Ejecutivo calificó de «impresentable» la exclusión del Puerto de Santander y exigió la rectificación por las «consecuencias gravísimas» para Cantabria.

Esa rectificación llegará con una nueva orden ministerial en la que, además de los aeropuertos –Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Málaga y Mallorca– y puertos –Vigo, Bilbao, Barcelona, Valencia, Málaga, Mallorca, Gran Canaria y Tenerife– que ya aparecían en el anterior documento, también se incluía al Puerto de Santander. De hecho, la terminal cántabra es la única de todas las habilitadas para la recepción de pasajeros durante el estado de alarma que no está en la relación de infraestructuras estratégicas para casos de crisis sanitarias internacionales que aprobó el Consejo Ministros hace seis años, en marzo de 2014.

Desde la Autoridad Portuaria llevan días batallando para lograr este cambio con distintos argumentos. Por ejemplo, que la exclusión de Santander suponía dejar fuera a una ciudad que sí tiene una línea regular de tipo ferri, algo que no existe en el caso de Vigo, que únicamente recibe cruceros. Una actividad que en las actuales circunstancias está a cero. Además, Cantabria defendía el volumen de pasajeros de su puerto: 235.625 personas en 2019 frente a las 141.637 de la ciudad gallega o las 160.544 de Bilbao. Cantabria entendía que tampoco había motivos sanitarios una vez que la epidemia «está controlada en la región»y el puerto reúne todos los requisitos para garantizar la seguridad.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González, suma a todo lo anterior que la existencia de líneas compartidas entre Santander y Bilbao –las de Brittany Ferries– podría crear una competencia injusta entre ambos puertos si uno de ellos se quedaba atrás. ¿Por qué? Porque la naviera podría empezar a vender billetes desde esta semana sólo al destino que estuviera habilitado para recibir pasajeros. «Aunque esta normativa sólo rige para el estado de alarma y sus prórrogas, la gente compra por anticipado y en la pestaña de ventas sólo aparecería Bilbao. De no producirse el cambio en la orden ministerial, en algún momento la venta a Santander volvería a estar habilitada, pero no se sabe en qué fecha», explica González, que agradece el apoyo prestado a la causa por Puertos del Estado.

El responsable de la Autoridad Portuaria recuerda que esta rectificación llega más tarde de lo previsto, porque las negociaciones con la parte contraria hacían pensar que la demanda de Cantabria se iba a resolver ya el viernes de la semana pasada. No fue así y ha habido que esperar a la «exigencia» pública del presidente Revilla.

Desde Brittany Ferries tienen previsto realizar los primeros viajes para turistas a partir del 15 de junio. Hasta entonces, los pasajeros que entrarán en Santander serán únicamente los que consigan su billete a través de las embajadas o las administraciones españolas y británicas. No serán muchos viajeros, varias decenas cada jornada, pero suponen recuperar algunas frecuencias y por tanto también espacio para mercancías. Un negocio que si no hubiera llegado a Santander se podría haber desviar definitivamente a Bilbao.

Desde el 22 de marzo, cuando llegó el último barco con pasajeros, la naviera realiza dos escalas semanas en sus líneas con Reino Unido. Es la mitad de lo normal y sirven para el transporte de mercancías, sobre todo alimentos frescos. Los únicos viajeros, además de la tripulación, son los conductores de los camiones. «No manejamos porcentajes, pero dadas la condiciones de las fronteras y el miedo que pueden tener los países, creemos que puede haber una caída a viajeros a corto plazo», apunta Roberto Castilla, de Brittany Ferries, que insiste en que las condiciones de higiene y seguridad en los barcos ya están garantizadas.

El Puerto tampoco tiene aún estimaciones sobre la pérdida de pasajeros en 2020, pero ya trabaja en recuperar el programa de cruceros de este año:«No todo, pero una buena parte se había cancelado y trabajamos en ello».