Santander Coated bate su récord de producción con más de 117.000 toneladas

Así se lo confirmó esta semana el presidente de la empresa, Óscar Heckh, al consejero de Innovación, Industria, Transportes y Comercio del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, en una reunión mantenida en Madrid, según informó ayer en un comunicado el Ejecutivo autonómico.

Martín felicitó a los responsables de Santander Coated Solutions por los «buenos resultados y el buen comportamiento» de la planta ubicada en Raos durante el pasado año, y señaló que la empresa cuenta con «buenas perspectivas» también para 2020.

La fábrica de Santander Coated Solutions se dedica a la importación, exportación, depósito y transformación de acero lacado y cuenta con una plantilla de 65 trabajadores.

Cerró este año su tercer ejercicio en plena capacidad operativa, acercándose al nominal de la línea de 120.000 toneladas y exportó más del 85 por ciento de su producción a Francia, Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Alemania, los países escandinavos y Polonia.

El grupo cuenta con tres plantas de producción de acero lacado: Aranda Coated, Santander Coated y Aveiro Coated en Portugal.

Según informó el presidente de Santander Coated Solutions a Martín, en la división de trading, el grupo es el mayor importador de producto plano de acero en España con aproximadamente medio millón de toneladas. Cuenta además con sedes en Madrid y Shangai y se presenta como el mayor proveedor de acero de España.

Santander Coated Solutions forma parte desde su nacimiento del grupo Networks Steel Resources (NSR), cuya factoría madre de Aranda de Duero había alcanzado ya el techo de producción y necesitaba una segunda planta para atender las demandas del mercado de Europa del Norte y África.

En 2018, NSR adquirió el grupo Plafesa, contando así con varios centros de servicio y corte de bobinas en España y Portugal. El volumen del grupo alcanza los 670 millones de euros de facturación consolidados en 2019.

El buen resultado en el complejo portuario también se explica por la mencionada incidencia en Aranda. Un incendio en tierras castellanas obligó a cerrar la instalación durante unas semanas y, como consecuencia, empujó a instalar en Cantabria un sistema de trabajo en cuatro turnos durante los siete días a la semana, lo que igualmente demandó más personal. Desde la propia compañía explicaron que se habían traslado 10 operarios desde tierras burgalesas. A 31 de diciembre de 2018, la fábrica santanderina disponía de 65 empleados y produjo cerca de 85.000 toneladas de bobina de acero, para una facturación superior a los 71 millones de euros. Aquellos cambios organizativos se produjeron a mediados de mayo. Un mes después regresaba la normalidad.