Santander Coated orilla su ampliación hasta tener la autorización ambiental

La Junta llegaba después del anuncio de NSR de la paralización de los trabajos y la revaluación de toda la iniciativa de crecimiento por problemas para obtener los permisos pertinentes de la Consejería de Medio Ambiente, unas licencias que un año después del arranque de la propuesta aún no se han otorgado. La conclusión del encuentro entre los accionistas es que el plan quedará en suspenso hasta que el Ejecutivo no entregue la Autorización Ambiental Integrada y, en ese momento, se decidirá qué tipo de actuación se puede acometer. «En la Junta de Accionistas se ha analizado la tramitación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para la puesta en marcha de la segunda fase del proyecto, licencia que registra considerables retrasos respecto a lo inicialmente esperado debido a exigencias superiores a las previstas. Santander Coated Solutions ha decidido esperar a la consecución de ésta, y una vez recibida, analizará realizar una inversión acorde con la misma y con las posibilidades del grupo». Traducido, no se garantiza el proyecto inicial. La corporación acaba de adquirir en León una planta donde prevé invertir más de 100 millones en varias fases.

La cita de ayer igualmente sirvió para que los principales nombres del Gobierno PRC-PSOE se vieran con NSR, aunque no se produjeron avances significativos para desencallar la situación motivada por los obstáculos ambientales. La compañía igualmente ha dejado claro al Ejecutivo que una oportunidad industrial en diciembre de 2017 no es la misma que un año después o, más aún, dentro de 12 meses aproximadamente. Ése es el horizonte que inicialmente se maneja para que llegue la ansiada AAI.

El cónclave entre accionistas también permitió hacer balance de actividad de la instalación actual. Santander Coated destacó en su comunicado «el buen comportamiento de la planta durante el ejercicio 2018, en el que superarán los 71 millones de facturación, un 80% más que en el año anterior, con una producción que superó las 85.000 toneladas».

«La presencia de la compañía en el Puerto de Santander constituye un activo muy relevante para el grupo NSR, que desarrollará adecuadamente y de acuerdo con la autorización ambiental que finalmente se obtenga», abundó.