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Julio de 2009. Varias señales empezaban a indicar ya lo evidente. El motor económico que había supuesto el boom del ladrillo comenzaba a bajar revoluciones a un ritmo mucho mayor de lo previsto y vaticinaba miles de casos de deudas inabordables y destrucción de empleo ... por decenas de miles. Un tiempo en que la crisis llamaba ya a la puerta del país con fuerza cuando Cantabria totalizaba 44.429 personas cotizando en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Ahora, nueve años después de los compases iniciales de aquella recesión, la Comunidad no sólo no ha recuperado los niveles previos, sino que se ha dejado por el camino un 5,4% de las afiliaciones durante el mencionado periodo. Como punto de comparación, la región cerró el mes pasado con 42.008 inscritos en el RETA.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha divulgado un informe en el que pone negro sobre blanco la evolución del colectivo, que en el conjunto del país sí que arroja un comportamiento positivo con un incremento del 1,3%. Sin embargo, la responsable autonómica de ATA, Ana Cabrero, abunda en el análisis cántabro de unos datos que tocaron suelo en 2013 -41.589 cotizantes, según el Instituto Cántabro de Estadística (Icane)-, pero que desde julio de 2015 vuelven a ofrecer una caída progresiva al pasar de 42.588 trabajadores por cuenta propia a los citados 42.008. «Cantabria, si bien no está entre las comunidades autónomas con peores datos a nivel nacional, pierde autónomos y eso siempre es una mala noticia para la economía regional», arranca la portavoz.
Según Cabrero, «se aprecia por sectores en nuestra región la tendencia de presentar mejores números en 'nuevas' actividades, mientras que los sectores tradicionales soportan las mayores caídas, al igual que en la media nacional, con buen comportamiento en inmobiliarias, educación y sanidad. Además, se puede destacar en Cantabria el buen dato de las actividades artísticas, recreativas y entretenimiento».
Las estadísticas apuntalan este discurso, pues según ATA, la agricultura ha perdido en nueve años 1.386 autónomos; construcción 1.582; hostelería 446; industria 390; o transportes 334, entre otros. En la otra cara de la moneda, actividades profesionales científicas y técnicas ganan 594 afiliados; o actividades sanitarias 474.
No sólo eso. Según explica Cabrero, «tenemos que lamentar que la gran pérdida de afiliación en este periodo estudiado se soporta en un 80,7% por las mujeres, lo cual, además de ir contra la media nacional, supone un comportamiento no muy típico en la región que tendremos que vigilar».
Además, de cara a revertir esta tendencia, desde ATA se apunta a que «en Cantabria hay que trabajar por los autónomos. No debe consolarnos que haya comunidades peores, y tenemos que aspirar a crecimientos mayores porque más autónomos en la región hoy serán más posibilidades de empleadores mañana».
Respecto al resto de la geografía nacional, Canarias es la comunidad que más autónomos ha ganado desde 2009, con un incremento del 14,4%, seguida de Baleares (11,4%), Andalucía (9,5%), Madrid (7,7%), Comunidad Valenciana (1,6%), Extremadura (1,2%) y Murcia (0,5%). En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla el crecimiento ha sido del 18,8 y del 54,3%, respectivamente.
Por el contrario, las comunidades que han perdido autónomos desde julio de 2009 son Castilla y León (con un 7,3% menos de afiliados), Asturias (7,1%), Galicia (6,6%), País Vasco (6,4%), Cantabria (5,4%), Aragón (4,5%), La Rioja (3,7%), Castilla-La Mancha (2,4%), Cataluña (0,8%) y Navarra (0,3%).
En cuanto a la antigüedad de los negocios, ATA destaca que, desde 2009, se han incrementado tanto los que llevan menos de un año, que han pasado de suponer el 9,8 al 16,5% del total, como los que llevan de tres a cinco años, que han pasado de ser el 9,8 al 12,1% del total.
La asociación defiende que la tarifa plana «sirvió para poner muchos negocios en marcha que se han mantenido en el tiempo» y reclama «nuevas medidas en apoyo a la consolidación de esos negocios que llevan menos de un año». Las estadísticas de autónomos se han multiplicado en sectores como las actividades inmobiliarias (52%), las actividades sanitarias (50,7%) y la educación (49,2%).
Por otro lado, destaca el incremento de los autónomos que tienen entre 55 a 64, que han crecido un 14,8% desde 2009. «Los mayores de 55 han encontrado en el autoempleo una solución ante la dificultad de encontrar un trabajo por cuenta ajena del que les expulsó la crisis», subrayó el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Por géneros, los hombres perdieron el 1,9%, mientras que las mujeres crecieron un 7,9%.
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