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Corren malos tiempos para el tren de laminación que Sidenor mantiene en Reinosa, el último reducto de la antaño vigorosa presencia de la siderurgia vasca en Campoo, que en 2018 vendió toda la fábrica de forja y grandes piezas, Forgings & Castings, a la corporación ... NFL. La compañía acaba de anunciar que detendrá la instalación seis meses por «el elevadísimo coste energético».
Según explica el Grupo, «el coste de la electricidad y del gas que tiene que soportar el tren de laminación de Reinosa es un 153% y un 521%, respectivamente, mayor al de hace un año, lo que ha obligado a la empresa a tomar la decisión de parar dicha instalación» durante medio año.
Cuestionada por El Diario sobre si estos parones se replicarán en otras instalaciones de la corporación, Sidenor precisa que «desde hace un año tratamos de minimizar el impacto -de la energía, a la par que salvaguardamos el empleo».
En este sentido, la compañía que preside José Antonio Jainaga incide en que «no habrá consecuencias» sobre los trabajadores, puesto que las 16 personas afectadas serán recolocadas en otras áreas de la fábrica.
No es la primera mala noticia que recibe el tren de laminado campurriano. Ya en julio Sidenor comunicó que se pasaría a trabajar a un relevo productivo, frente a los dos habituales. El excedente de plantilla se trasladó al resto de áreas de la planta, principalmente Acabados y Tratamientos, pasando por una primera etapa de formación y posteriormente a producción.
En la factoría de Reinosa están en plantilla cerca de 130 personas, de las cuales 36 se ocupan del tren de laminación. Desde el comité de Empresa «en una primera valoración trasladamos a la compañía que esta decisión es una muy mala noticia para los intereses industriales de la fábrica de Reinosa y de las personas que en ella trabajan», explicaron los sindicatos en julio.
Fuentes de Sidenor señalaron en su momento a El Diario que la decisión obedecía a la evolución del mercado y a una caída de la actividad. No obstante, el comité defendió en un comunicado que «esto no se produce por una bajada de pedidos alarmante de los trenes de laminación como pretende justificar la Dirección, sino por una reorganización productiva interna dentro del Grupo Sidenor. Cabe señalar que en las mismas fechas en las que al Tren de Reinosa se le quita un relevo, el de Azkoitia se incrementa en un relevo más, pasando de los tres actuales a cuatro. Es decir, carga completa de la instalación». Una crítica que tiene continuidad ahora, cuando la instalación vasca permanecerá activa mientras la cántabra se detiene.
La representación social informó entonces de que «las previsiones iniciales para este año en el Tren de Reinosa pasaban por trabajar a dos relevos, ya que había y hay pedidos para trabajar a ese régimen. Lo que ha sucedido es que la Dirección paulatinamente ha ido trasladando las producciones del Tren de Reinosa al de Azkoitia».
Según los representantes de los trabajadores, «en los últimos años tanto la organización como el buen hacer de las personas que trabajan en el Tren de Reinosa han conseguido mejoras sustanciales en lo productivo, organizativo y en ahorro de costes que lo han situado con unas ratios muy competitivas y a la cabeza dentro del Grupo Sidenor». Sin embargo, «con la decisión de dejar a un relevo el Tren, la Dirección es consciente de que los costes de esa instalación se van a degradar hasta hacerlos insostenibles y no competitivos».
El temor de la plantilla iba más allá y advirtió de que «la fábrica de Reinosa si no tiene cabecera productiva (Tren de Laminar) pasará a ser un centro de terminación y expediciones, perdiendo todo el peso industrial dentro del Grupo, dejándonos en una situación industrial y competitiva muy crítica para el futuro inmediato». Ahora, ese miedo tiene motivos de peso para seguir creciendo.
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