Un simple gesto de grandes dimensiones

MARE avanza con fondos europeos hacia la economía circular y la sostenibilidad con la implantación del quinto contenedor

Saray Ceballos Saenz

Santander

Miércoles, 12 de abril 2023, 13:03

Hoy en día, la gestión de residuos se presenta como uno de los ejes centrales en la lucha contra el cambio climático, la reducción del consumo de energía o el impulso a las renovables. Un eje en el que resulta esencial la implicación de las distintas administraciones pero también de la propia ciudadanía. En este contexto, la población de Cantabria lleva ya tiempo demostrando un fuerte compromiso por la causa.

Así, en los últimos años, en la región se aprecia «unos aumentos constantes en los niveles de reciclaje, lo cual permite avanzar hacia un modelo de gestión de los residuos aún más eficiente, en el que el contenedor marrón va a ser una pieza decisiva», explica José María Díaz, director general de MARE.

En este contexto, y tras el éxito del proyecto piloto llevado a cabo a finales de 2021 con la implantación del quinto contenedor en un total de once municipios de Cantabria, desde la sociedad pública continúan con la apuesta de hacer llegar este nuevo sistema de recogida al resto de los municipios de la comunidad autónoma.

La separación de biorresiduos «facilitará su transformación en recursos de provecho para la región»

José María Díaz

Director general MARE

Para ello, una de las líneas principales enmarcadas en el Plan de apoyo a la implementación de la normativa de residuo está destinada a la implantación de nuevas recogidas separadas, especialmente a esta recogida de biorresiduos.

A ella, se han destinado un total de 4.120.279 euros (un 60% de los fondos totales del plan), procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la estrategia nacional para canalizar los fondos europeos NextGenerationEU.

En esta cuantía se incluye la compra de más de 11.000 contenedores marrones, así como de los vehículos necesarios para la recogida y aquellas campañas de información y sensibilización destinadas a la ciudadanía, «imprescindibles para impulsar su colaboración».

Gestión de residuos

El quinto contenedor o contenedor marrón está destinado al depósito separado de biorresiduos, es decir, «aquellos biodegradables procedentes de jardines y parques, los alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor, así como los originados en plantas de transformación de alimentos». Unos restos que hasta el momento eran depositados en el conocido como contenedor gris y que «constituyen aproximadamente el 40% de esta fracción».

En el marrón tienen cabida los restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, tapones de corcho (sin añadidos de plástico u otros materiales), cerillas y serrín, papel de cocina sucio, servilletas de papel usadas y pequeños restos de poda y jardinería, que deben ser depositados en bolsas compostables para facilitar tu tratamiento.

Una simple acción con grandes beneficios medioambientales. «Depositar los restos orgánicos en el contenedor marrón va a ser un gesto sencillo que facilitará su transformación en recursos de provecho para la región», señala el director general de MARE.

«Separar los biorresiduos del resto de desechos desde el origen, en nuestras casas, facilita su posterior transformación en un importante abono orgánico para suelos y plantas, convirtiendo así este tipo de residuos en un nutriente esencial para potenciar una agricultura sostenible y libre de químicos».

Además, «permitirá reducir la materia orgánica que llega al vertedero, un ahorro en costes del servicio, reduccir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, evitar la contaminación de suelos, cauces y acuíferos, y facilitar la producción energía renovable, entre otras ventajas».