El Real Club Marítimo de Santander, la sociedad deportiva de prestigio cumple 96 años

Desde el inicio el Club se planteó un gran evento, que fue la organización de una gran regata internacional entre Nueva York y Santander, que se desarrollaría en el verano de 1928, el primero de una serie de competiciones oceánicas organizadas entre nuestra ciudad y diferentes puertos ingleses y franceses, que contribuyeron a justificar el prestigio del recién nacido Club. Impulso decisivo en estos primeros años fue la participación directa de S.M. Alfonso XIII, nombrado presidente de honor, en la actividad social y deportiva de la entidad, durante su presencia en los veranos hasta el de 1930. No debían de ser gratas a ciertas fuerzas políticas durante la Segunda República ni el carácter elitista del Club ni su vinculación monárquica y, de hecho, su primera sede sufrió varios ataques, incluyendo uno, el más grave, en agosto de 1932, que acabó con la práctica destrucción del viejo tinglado de madera.

Ya en 1926 el arquitecto Lastra había planteado un edificio con doble fachada principal de raigambre modernista. El nuevo edificio, de 1934, sobre planos de Gonzalo Bringas, se levanta sobre pilotes de hormigón armado junto al espigón de Puertochico, al que le une una pequeña pasarela. Describe Ramón Rodríguez Llera el trabajo arquitectónico: «Bringas diseña un edificio de tres planta sobre el agua, despegado de la tierra y servido por un puente sobre mares turbulentos y de cemento, que salva la breve pero eficaz separación entre la tierra firma y la arquitectura moderna, aterrazada y abierta al mar mediante galerías corridas y balcones, dirigido todo por la introducción simbólica de un cuerpo-torre como eje y articulación vertical de los planos horizontales, a modo de puente de mando». Su estilo es el estructuralista característico de los años treinta y se inspira precisamente en la arquitectura naval: el Club se asemeja a un trasatlántico blanco atracado en el muelle, como perenne estampa imaginaria de otros tiempos.

Después de las guerras Civil y Mundial, el Club Marítimo mantuvo a duras penas su actividad, entre la escasez de medios y un contexto en que obviamente se priorizaban otras cuestiones. No obstante, recuperó los primeros años expansivos con la organización de varias regatas de carácter internacional: en 1948, entre Brixham (Inglaterra) y Santander; en 1949, entre la Belle-Ile (Francia) y Santander; en 1957, entre Nueva York y Santander; y en 1958, entre Cowes (isla de Wight) y Santander. A partir de los años sesenta la afición a la vela fue creciendo y diversificándose en nuevos tipos de embarcaciones, como los 'star', 'snipes', 'dragón', 'fin' o 'vaurien'. El Club contribuyó a la organización de la Semana Naval de 1968, época en que además se creó la escuela de vela de El Puntal, lo que ayudó a la difusión del deporte náutico entre los más jóvenes. En los años ochenta y noventa el Club mejoró sus instalaciones, con la creación de muelles flotantes y atraques de la dársena de Puertochico, aunque también hay que recordar el atentado que sufrió el 19 de octubre de 1987 y que causó importantes destrozos en sus instalaciones.

En cuanto a sus lauros deportivos, sus regatistas han participado en Copa América, Vueltas al mundo, Mundiales, Europeos y Campeonatos de España. Particular interés han tenido las clases 'star' y 'snipe', donde se formaron los medallistas olímpicos Toño Gorostegui (Montreal 1976) y Jan Abascal (Moscú 1980), además de José María Torcida, campeón del mundo de la clase J80. En las Olimpiadas de Roma de 1960 debutó el primero de los trece regatistas olímpicos formados en el Club, José Alberto Ocejo Carrión. Cinco de estos deportistas han obtenido medalla, los oros de Abascal en clase 'flying dutchman' (Moscú 1980) y Fernando Echávarri en clase 'tornado' (Pekín 2008) y las platas en '470' de Gorostegui (Montreal 1976) y de Iker Martínez y Xabier Fernández en '49er' (Pekín 2008). El Club es además organizador de copas y campeonatos de España y de Europa; en 2009 fue organizador del Campeonato del Mundo de J-80 y en 2014 fue miembro del comité organizador del Campeonato del Mundo de Vela Olímpica.

La actual junta directiva está presidida por Fernando Pereda y, en su cuadro histórico, figuran como secretario de honor el ilustre periodista deportivo Fermín Sánchez, y, entre sus socios de honor, el duque de Maura, el marqués de Valdecilla, el conde las Forjas de Buelna, Vital Alsar y los regatistas olímpicos Abascal y Gorostegui.