Adrián Pérez

Director general de Aquadeus

«No solo mantendremos la marca Agua de Solares, la fortaleceremos»

–Hay mucho trabajo por delante, ¿no es así?

–Totalmente. Hay trabajo en todos los sentidos, desde el punto de vista industrial, comercial, de incorporación de líneas de producción de última generación y de cambio de mentalidad en lo que se refiere al desempeño del equipo. Aquí estaban acostumbrados a trabajar de una forma más enfocada a la necesidad de cada momento, y nosotros tenemos una perspectiva más a medio plazo enfocada a propiciar un proyecto duradero y no a a poner paños calientes a la situación.

–¿Cómo ha sido el aterrizaje?

–Los empleados nos han acogido con ilusión, también con un poco de intriga de ver por dónde vamos a ir, pero yo creo que el equipo de trabajo está reaccionando muy bien, y hay base para seguir adelante. En cuanto a clientes, sí hay algunos que están expectantes, porque hay rumores de si vamos o no a mantener la marca, si vamos a dejar o no de hacer vidrio... Y en cuanto a la sociedad, tanto por parte de las autoridades municipales como regionales, la acogida ha sido buenísima y ya estamos tendiendo puentes.

–¿Podemos poner fin a esos rumores?

–Pues la marca se mantiene, por supuesto, y no solo se mantiene, sino que la vamos a a fortalecer y queremos desarrollarla como se merece. Su futuro tiene que reflejar el prestigio que tuvo hace muchos años, y queremos consolidarla en el mercado nacional y sobre todo en el ámbito geográfico de Madrid para arriba de la península. En cuanto al vidrio también lo vamos a mantener y, de momento, vamos a salir con las mismas botellas que tenemos porque ahora mismo tenemos muchos frentes abiertos y no es momento de abordarlo, así que a largo plazo habrá cambios pero yo creo que para bien.

–¿Cuál es el volumen de producción que tienen ahora mismo?

–El volumen de producción es bajo porque no es la época del año de más consumo precisamente. Tampoco nos ha dado tiempo a empezar a establecer relaciones comerciales nuevas, estamos en fase de conocer el mercado y los clientes que ya había. Pero sí es cierto que para el año próximo debe haber, y yo creo que lo habrá, un cambio importante a positivo de incremento de producción. Cuando llegamos hace unas semanas, a los compañeros de Solares les comentamos que en 2020 comenzamos con una embotelladora en Granada que estaba parada, a cero, y que ahora estaba cargando cincuenta camiones al día. Aquí hay un potencial muy importante: la calidad de agua es muy buena, el caudal también lo es y logística y geográficamente estamos muy bien situados, con conexión hacia Castilla y Madrid y prácticamente en el centro de lo que es el norte del país. Así que lo que tenemos pensado es que dentro de dos o tres años esté entre los 50 y 70 camiones diarios, cuando ahora mismo estamos entre los cuatro y siete, es decir, cifras muy bajas.

–¿Qué medidas se van a tomar para ello?

–La capacidad productiva hoy por hoy, como ya he comentado, está reducida porque la maquinaria necesita un cambio, pero dentro de unos meses, para antes del verano, vamos a tener una capacidad productiva muy importante. Para 2025 y 2026 ya estamos contratando esa maquinaria con fuertes inversiones previstas;estamos hablando de que además del propio coste de la adquisición tenemos presupuestado y aprobado ya 14 millones de euros en maquinaria, eso para una empresa como la nuestra, Aquadeus, es un desembolso muy importante, y lo que demuestra es que estamos aquí apostando por el desarrollo de la empresa y esta planta se va a convertir en un referente nacional.

–Ya fue referente y existe mucha mitología en torno a esa caída, ¿han analizado qué se pudo hacer mal?

–Yo creo que no merece la pena ni siquiera andar en eso. Realmente la situación con la que nos hemos encontrado aquí no es buena y eso era algo público y notorio en todo el mercado, y aquí particularmente en la zona de Cantabria. Lo bueno es que llega una nueva propiedad con formas diferentes de hacer las cosas, con conocimiento del mercado, de lo que se necesita y lo vamos a relanzar rápidamente.

–¿Cómo se traducen todos estos cambios para la plantilla?

–Con el crecimiento de producción que vendrá, la incorporación y el aumento de la plantilla será considerable y no sólo revertirá en más empleo directo, también indirecto. Si alcanzamos ese reto de superar los 50 camiones diarios, hablamos de 50 conductores que tendrán que repostar en la zona, eso sin tener en cuenta alojamientos, proveedores locales que ya estamos contratando... En fin, una planta de producción con una intensidad de trabajo como la nuestra genera mucho empleo y, además, de calidad, estable y bien retribuido.

–¿Ese aumento de plantilla se va a producir aun con la llegada de nueva maquinaria, que seguramente automatizará muchos procesos?

–En realidad no hay mucho proceso manual en un embotellado de agua mineral hoy en día. Ni siquiera en esta planta. Lo que hay es más capacidad de producción. Aquí se está trabajando con dos turnos de lunes a viernes, y con una eficiencia productiva baja, es decir, de ese turno no se obtiene una gran productividad porque la línea no está adecuada. Entonces, no se trata de sustituir las tareas manuales, que no las hay, porque el agua mineral no se debe manipular para evitar cualquier tipo de contaminación, sino que vamos a ser capaces de fabricar muchísimo más y con una eficiencia muchísimo mayor de lo que realmente ahora se está consiguiendo. Actualmente contamos con 60 trabajadores, y va a depender de la evolución del proyecto, pero yo creo que estamos hablando del orden de incorporar 20 personas más tranquilamente en el plazo de año y medio, quizás incluso más.

–¿Hay fijada ya alguna estrategia con la marca?

–Lo que queremos es recuperar mucho terreno perdido en el posicionamiento del producto y todavía estamos trabajando en esa estrategia, no hay que olvidar que la compraventa se materializó hace muy poco, a mediados de noviembre. Pero sí que habrá un cambio de imagen de botellas y en la etiqueta, aunque mantendremos el nombre y la estética general. Incluso la de vidrio, que digamos que es la emblemática, experimentará alguna novedad. Todo ello acompañado con campañas en medios que hoy en día brillan por su ausencia y que queremos lanzar. Aquí, como he comentado antes, no se ha impulsado la marca, no se ha invertido en ella. No pretendemos estar en cada uno de los sitios donde se vende agua mineral, porque es imposible y no somos ingenuos, pero sí somos ambiciosos y podemos asegurar al consumidor que va tener la oportunidad de encontrar Agua de Solares en muchos más sitios que ahora.

–También se ha especulado con que habrá cambios en la distribución...

–La distribución en Santander la lleva la marca hasta ahora, pero fuera de esa zona se lleva a través de distribuidores externos con los que se colabora y hay acuerdos comerciales. Uno de los principales puntos es que hay que ser rentable y estamos viendo muchas posibilidades para ello. Es cierto que nuestro modelo en las otras plantas que tenemos es que nos encargamos de la comercialización, pero no de la distribución.

–Con este acuerdo parte de los bienes que han adquirido son los terrenos del parque Mina Pepita de Solares, ¿hay intención de continuar el acuerdo con el Ayuntamiento de Medio Cudeyo para que siga siendo un parque público?

–Ya hemos hablado con el Ayuntamiento al respecto. Fue de las primeras cosas que hicimos, tener una entrevista con la alcaldesa, María Higuera, y algunos concejales, y nuestra intención es mantener el acuerdo que había para que siga siendo un parque mitológico. Para nosotros no es un asunto menor, todo lo que sea relevante para el pueblo de Solares lo es para nosotros.