Solvay estudia cambiar una fase de producción de carbonato sódico para ser más sostenible

Por su parte, la Consejería de Industria ha aprobado dentro de la convocatoria de ayudas Inova 2020 este proyecto de I+D+i de consistente en el desarrollo de nuevos procesos para la recuperación de productos y valorización de residuos. La ayuda concedida es de 39.293 euros y el proyecto tiene prevista su finalización en agosto de 2022.

En el marco de la convocatoria Innova 2020, el departamento que dirige Javier López Marcano ha concedido ayudas por un total de cuatro millones de euros a 65 proyectos de I+D+i de empresas de la comunidad autónoma, que movilizarán una inversión total inducida de algo más de 16 millones de euros (16.038.696). Esta línea de ayudas persigue el triple objetivo de consolidar proyectos de innovación regional, apoyar a la industria y a las empresas cántabras en el desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios innovadores que ofrezcan salidas innovadoras de la crisis, y evaluar nuevas actividades y acciones en torno a las nuevos escenarios productivos y tecnológicos del nuevo orden socioeconómico post covid-19.

Marcano ha señalado el «alto grado» de innovación del proyecto presentado por Solvay, que pretende avanzar en la creación de una nueva tecnología «mucho más eficiente» que revolucione la fabricación de carbonato sódico sintético.

El proyecto se centra en el diseño y construcción de un equipo de pruebas a escala de laboratorio para realizar ensayos controlados que permitan validar las hipótesis de la investigación y desarrollar la nueva tecnología esperada.

El consejero ha subrayado que la consecución de este proyecto permitirá afrontar nuevos retos y pondrá a Solvay Química al frente de la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías limpias para la producción de carbonato sódico, uno de los baluartes del Grupo Solvay y en el que es líder mundial, lo que contribuirá a retener nuevas proyectos innovadores e importantes inversiones industriales en el complejo de Torrelavega.

Este proyecto se enmarca en la línea de investigación iniciada por Solvay Química hace dos años en el campo de la economía circular, que persigue un uso eficaz de los recursos, de tal manera que la entrada de materias primas y la producción de residuos se vean reducidas «en la medida de lo posible».

Marcano destacó la importancia de esta fábrica que representa por sí sola el 2,5% del PIB de Cantabria y da trabajo a cerca de 2.000 personas, de manera directa e indirecta.

Finalmente, el consejero recordó que el Plan de Transición Energética de Solvay, que contempla una inversión de 150 millones de euros, cuenta con el total apoyo del Gobierno de Cantabria y de España. Se trata de un plan especialmente importante tanto para la empresas como para el futuro industrial de la región.