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La empresa Solvay reiteró ayer que la instalación que la química pretende ubicar en su fábrica de Barreda es «una caldera» que quemará combustible alternativo ... procedente de residuos urbanos (CDR). La compañía sale así al paso de una crítica realizada por Vox en el Parlamento de Cantabria sobre la construcción de una incineradora de residuos.
Solvay aclaró que dicho combustible será previamente segregado y tratado fuera de la factoría, lo que está «plenamente integrado con el concepto de energía circular». Así, destacó que este proyecto -para reemplazar una caldera de carbón por otra de CDR- «no sólo mejorará la calidad del aire en el entorno, sino que además emitirá mucho menos CO2».
Vox había censurado también al Ayuntamiento de Polanco, afectado por el proyecto, y al Gobierno regional por su «inacción». Ambos organismos negaron este extremo. Así, el Ejecutivo regional lamentó la «alarma» generada, al tiempo que desmintió «oscurantismo», ya que el proceso de descarbonización se está haciendo con «luz y taquígrafos» y, en todo caso, la Administración no permitirá «nada que contravenga la salud o la ley»
Solvay defendió que la caldera CDR que prevé instalar en el complejo fabril es un proyecto «esencial» dentro de su plan de transición energética, ya que permitirá sustituir una caldera de carbón existente. En cuanto a la tramitación, la compañía indicó que el estudio de impacto ambiental «demuestra» que el reemplazo de una caldera de carbón por otra de CDR es beneficiosa para el medio ambiente. Ambas instalaciones, la de carbón y la de combustible alternativo, se encuentran «muy próximas» y a una distancia «similar» de los núcleos urbanos.
El proyecto, que se incluye dentro del plan de transición energética de la fábrica, se anunció «hace más de un año» y «se ha explicado a muchos agentes sociales». En la actualidad se encuentra en información pública de modo que cuando concluya esta fase se dará respuesta a las alegaciones que se puedan plantear.
Este tipo de plantas ya están operativas en centros de Solvay en Alemania desde hace diez años mientras que hay proyectos «similares» en Francia, resaltó la firma.
También la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, rechazó las afirmaciones del diputado regional Cristóbal Palacio por «imprudentes, alarmistas y poco responsables». Aseguró que «en ningún momento» ha existido «ningún tipo de ocultación» sobre este proyecto, ya que la construcción de la planta forma parte del plan de transición energética que la empresa anunció hace meses tanto al municipio como a otras Administraciones.
El Consistorio recibió el pasado 10 de diciembre de la Dirección General de Industria el documento para poder realizar alegaciones al proyecto, que se está estudiando «de manera exhaustiva». El próximo lunes está ya convocada una junta de portavoces para analizar toda la información disponible al respecto.
El emplazamiento de la planta se situaría en el interior del complejo industrial, con una inversión de 125 millones de euros y conllevará una producción de energía cogenerada estimada en 9,3 megawatios eléctricos y de 110 Mw térmicos de vapor. Los municipios afectados son Torrelavega y Polanco.
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