La startup cántabra Vamos Rural se apoya en la IA como eje para su salto nacional

Vamos Rural, la plataforma cántabra que conecta pequeños proveedores locales de actividades recreativas con turistas, ha sido seleccionada por la Fundación Cellnex para la cuarta edición de su programa de aceleración Cellnex Bridge, que cuenta con una dotación de 15.000 euros, además de formación y mentorías personalizadas.

Gracias a este apoyo, la joven empresa planea mejorar su sistema de publicación de actividades, que actualmente se hace de manera manual por parte de la propia Vamos Rural con los datos que les dan los negocios. «La idea es que el ganadero, agricultor, artesano o cualquier proveedor de servicios introduzca unos datos básicos y, mediante inteligencia artificial, se genere un título con SEO que posicione bien en Google, un etiquetado adecuado y una buena descripción de la actividad», expone José Manuel Colsa, CEO de la compañía.

Con ello, Vamos Rural, que ya ofrece 1.500 actividades a través de unos 500 proveedores, pese a ser gestionada por seis personas desde su oficina en Santander y estar presente sólo en Cantabria y Asturias, espera poder dar el salto al resto de España, poniendo su plataforma a disposición de cualquiera que desee ofertar una actividad.

La compañía pretende potenciar así su modelo de negocio, basado en el respeto al anfitrión local, a quien no cobra comisión, a diferencia de las grandes plataformas que se llevan entre un 20% y un 25% del precio. La empresa también busca ofrecer una experiencia auténtica al cliente, permitiéndole conocer de primera mano cómo es la vida en los pueblos. El propio CEO de la compañía explica que sus ingresos llegan por una comisión que cobran al cliente, que está dispuesto a pagarla porque «valora que le esté llegando un porcentaje muy grande del coste al proveedor que le atiende» en sus vacaciones.

Este verano las granjas están siendo populares entre los turistas, quienes disfrutan, entre otras cosas, de talleres de elaboración de sobaos y quesos. «Agricultores, ganaderos y artesanos están descubriendo que no pueden vivir sólo de su actividad principal. Se están dando cuenta de que el turismo les genera mucho negocio. Los visitantes vienen a hacer sobaos y se llevan una caja. Es decir, pagan por el taller y por los productos», comenta Colsa, quien destaca que, de los entre 2.000 a 3.000 clientes que han pasado, ninguno ha tenido problemas con los anfitriones locales, ya que, a diferencia de otros tipos de turismo, «ellos quieren vivir como los locales», matiza.

«Además, un taller como el de los sobaos, no es sólo un taller de cocina, sino que se está preservando la cultura que se hace desde hace cientos o miles de años en esta comarca», concluye el CEO.

Pero estas actividades no son las únicas. Ahora, en verano, los turistas apuestan por el agua con el alquiler de veleros, experiencias de regatas, surf o canoas en río, y por otros tipos de experiencias más físicas como el paintball, las vías ferratas o el senderismo.

Tras este primer año de actividad, en Vamos Rural han detectado que entre sus prestadores de servicios existe una brecha digital. Mientras que los de Santander están más familiarizados con internet, las redes sociales y el marketing digital, en las zonas más rurales esto es, en la mayoría de casos, tarea pendiente: «A veces les decimos 'oye, ¿por qué no lanzáis una oferta?' y ahí sí que lo hacen, pero ves que a ellos realmente les cuesta un poquito más esto», comentan desde la compañía.

«Ahora estamos empezando a trazar con nuestra comunidad de proveedores un plan para ofrecerles diferentes ventajas por estar dentro de Vamos Rural», explica Colsa. «De vez en cuando hacemos algún webinar sobre redes sociales para animarles a que usen Facebook e Instagram en sus negocios. La idea es que vaya a más. Queremos que se digitalicen», cierra.

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