La subida de los costes de producción provoca una nueva sangría en el sector lácteo

Por el momento, el sector va a dar continuidad a las movilizaciones que puso en marcha hace meses. Mañana a las 12.30 horas está prevista una tractorada frente a la fábrica de Nestlé en La Penilla de Cayón para protestar ante una industria que, lamentan los productores, no paga el litro según la normativa.

«Los datos del Observatorio del Ministerio, con datos de 2020 que todavía no tenían en cuenta esta subida disparatada de costes, hablaba de una horquilla de precios entre los 35 y 38 céntimos de costes de producción por litro. El incremento en energía y materias primas tranquilamente ha derivado en un encarecimiento adicional de otros cinco o seis céntimos», explica Guillarón, que detalla que «los fertilizantes se han disparado un 150% aproximadamente».

Como contrapartida, el precio de venta «ronda los 0,33 euros», según el portavoz de Asaja. «Hay explotaciones que están poniendo dinero porque no llegan. Lo peor es que para enero se pueden encarecer aún más las materias primas».

Esta coyuntura ha provocado igualmente una reunión en la que el Ministerio de Agricultura ha convocado a industria y sindicatos para analizar la cuestión.

El asunto no es menor. Anabitarte repasa que «se han disparado la luz, los carburantes y el pienso. Este último apartado, en una ganadería media, constituye el 50% del gasto de la explotación». La estimación de UGAM es que ha subido un 25%.

Cuestionado por soluciones, «la primera es que pare este aumento de costes porque si no nos vamos a pique todos, no sólo nosotros», advierte. A partir de ahí, tirar de las herramientas disponibles. «Hay una Ley que dice que nos tienen que pagar por encima del coste de producción, con independencia del precio que esté reflejado en el contrato. La Ley es superior a un contrato. Esto nunca se llegó a cumplir, ni siquiera con unos costes normales. Ahora la situación es muy complicada. La esperanza que tenemos es que las cosas vuelvan un poco a su sitio, porque se han desmadrado mucho», añade.

Eso sí, hay muchas reivindicaciones pendientes. «Estábamos cobrando por debajo de costes, por lo que en primer lugar habrá que reclamar precios superiores a esos costes 'normales'», sostiene Anabitarte.

Como aspiración, percibir por encima de los 36 céntimos por litro. En la actualidad, UGAM calcula que el coste a día de hoy llega a 42 céntimos, frente a los 34,2 de venta que extrae el sindicato de datos ministeriales.

Pese a la presión de las últimas movilizaciones, traducida en ligeras mejoras, «nos va ganando de lejos el incremento de los costes de producción. Si consiguiéramos superar el citado coste de los 36 céntimos pensamos que el tema sería solucionable. Pero los precios tienen que volver a cauces normales», cierra.