Los 'súper' cántabros mantienen su plan de expansión pese al reto de la inflación

Más costes, pero ¿igual margen o mayores beneficios? Por el momento estas tensiones en el negocio no alteran los planes de crecimiento y nuevas aperturas de los supermercados cántabros. Así lo confirman a El Diario tanto fuentes de Lupa como del Grupo Uvesco, matriz de Supermercados BM.

En el primer caso, el Grupo Semark prosigue con la estrategia dibujada con anterioridad a la tormenta inflacionista. Lupa prevé abrir seis nuevos establecimientos hasta final de año, tres de ellos en Cantabria y otros tantos en Castilla y León.

La cadena de distribución ofrece más detalle sobre la inauguración más inmediata, que tendrá lugar en Sarón en una parcela de 5.000 m2 y 80 plazas de aparcamiento. La inversión superará los cuatro millones de euros y generará la contratación de 35 personas.

Desde Supermercados BM, por su parte, también mantienen su apuesta inversora. «De aquí a final de año no han variado nuestros planes de expansión y mantenemos el número de aperturas que nos fijamos a principios de año, tanto a nivel de tiendas propias como de franquicias», anotan desde el Grupo Uvesco.

A día de hoy, la estrategia en cuanto a inauguraciones se reparte en dos fases. La primera, las tiendas que ya están operativas: Pozuelo y Galapagar, ambas en Madrid; además de Torrelavega, Sopelana e Irún.

En paralelo, los hitos hasta cerrar el ejercicio, con otros dos estrenos en Madrid, Zizur Mayor (Pamplona) y Vitoria.

A este crecimiento orgánico, uno de los ejes sobre los que Uvesco sustenta sus planteamientos en el medio plazo, en especial con una fuerte apuesta por captar cuota en el potente mercado madrileño, se suman otras seis o siete delegaciones, esta vez bajo la fórmula de franquicia.

En cifras, una inversión global de 35 millones para seguir dando respuesta a los retos del mercado.

Porque los distribuidores de productos alimentarios y de primera necesidad están bajo la lupa después de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Unidas Podemos), instara al sector a lanzar una cesta con 30 'básicos' a un precio asumible de 30 euros. Se trataba, dijo la también vicepresidenta del Gobierno, de arrimar el hombro y ayudar a las familias que estaban siendo más castigadas por la inflación.

Precisamente ayer el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, volvió a cargar contra Díaz por su propuesta de topar los precios de los alimentos y fue un paso más allá al acusarla de promover un cártel. «Parece mentira que un miembro del Gobierno promueva un cártel», se lamentó Garamendi precisamente en la clausura del informe de sostenibilidad de Anged, la patronal de la gran distribución.

«Es increíble que en un país moderno y de Europa hace pocos días se hablara de que los precios los marque el Estado, es una programación soviética», recalcó el empresario vasco, un día después de hacer oficial su candidatura a la reelección al frente de la CEOE.

El líder de la patronal criticó que «se acuse a las empresas del sector de hacer mal las cosas» y recordó cómo funcionó la cadena de la distribución «en el peor momento de la pandemia», hasta el punto de que «gracias al sector no nos dimos cuenta de que el país estaba parado», manifestó el portavoz.