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La provincia de Hainan es el punto más meridional de China. Un conjunto de islas con clima tropical a unos 240 kilómetros al este de Vietnam que destaca por sus turísticas playas y que cuenta con una estatua de 100 metros de altura ... en honor a la diosa Guan Yin. La cercanía de la deidad, quizá, 'bendijo' el lanzamiento de la sonda Tianwen-1 hace prácticamente un año, en julio de 2020. En esa expedición viajaba Zhurong, el rover que recibe su nombre también de la mitología china: dios del fuego y que enseñó a los humanos a utilizar la combustión en su beneficio. Zhurong, tras un periplo espacial de varios meses, se insertó en febrero en la órbita de Marte y el pasado 14 de mayo entró en la historia al convertirse en el primer vehículo explorador del gigante asiático que toca el suelo del planeta rojo. De paso, ayudó a que la industria tecnológica de Cantabria firme una nueva 'página dorada', ya que el rover cuenta con hardware de Erzia, con oficinas en Santander.
La compañía cántabra, cuyas dependencias más conocidas se ubican en el Parque Científico y Tecnológico (Pctcan), donde destacan las parabólicas de su Telepuerto, ha aportado los amplificadores que permitirán a Zhurong examinar durante tres meses el terreno marciano y obtener diferentes muestras.
Los amplificadores de Erzia, explica la propia organización, van incluidos en un vehículo que utiliza la última tecnología de espectroscopia para analizar la composición de las rocas y el suelo del desconocido planeta. De esta forma, China se convierte en el segundo país tras Estados Unidos en conseguir llevar su tecnología al suelo de Marte. Como recuerda la propia firma cántabra, Erzia ya tiene amplificadores orbitando alrededor de Marte en la misión Exomars, así como en muchas otras misiones espaciales, pero esta es la primera vez que el hardware fabricado por la compañía está operando en la superficie marciana.
Zhurong envió sus primeras imágenes a la tierra el 19 de mayo de 2021. El rover comenzará a buscar signos de vida antigua y a realizar estudios geológicos del agua y el hielo. Está equipado con seis instrumentos que incluyen cámaras de alta resolución, un radar subterráneo, una cámara multiespectral, un detector de composición de superficie, un detector de campo magnético y un monitor meteorológico, para estudiar geología y clima, específicamente en la región de Utopía Planitia.
David Díez, director gerente de Erzia, admite que, «la verdad, el proyecto nosotros lo entregamos ya hace bastantes años. Hay que tener en cuenta que primero diseñamos y fabricamos el hardware. Cuando se entrega, después debe montarse en el instrumento, en el satélite, llegar a Marte y operar. Esta actuación en concreto se incluía en la tercera generación de este tipo de proyectos. En la actualidad ya estamos trabajando en la séptima», comienza. Es decir, que los hitos de los próximos años ya están germinando en Santander. El Grupo Erzia tiene en la actualidad 82 trabajadores, de los cuales la mitad se engloban en la división aeroespacial.
Erzia recibió el encargo para Zhurong en el verano de 2017 y entregó los amplificadores un año más tarde. «Hemos ido entregando en varias fases a lo largo de 2018. Nuestro amplificador de radiofrecuencia va dentro de un espectrómetro que se ocupa de analizar la superficie y su composición. Hemos aportado cuatro unidades que, básicamente, sin ellas no podría funcionar. Son una pieza clave», reseña.
Díez va más allá y proclama que «todo el equipo de Erzia está extremadamente orgulloso de ser parte de esta misión científica ultra sofisticada en Marte. Este exitoso proyecto de comunicaciones espaciales demuestra aún más nuestro compromiso de garantizar que los productos de radiofrecuencia que diseñamos y fabricamos funcionan sin problemas, incluso en las condiciones ambientales más duras», agrega.
Erzia ha jugado un papel importante en los programas de exploración espacial de China durante muchos años. Antes de la primera exploración del rover al planeta rojo, la tecnológica cántabra ha venido siendo un proveedor integral para sus misiones interplanetarias incluyendo tres rover en la superficie de la luna durante las misiones Chang'e-3, Chang'4 y Chang'5.
Sin embargo, la novedad ha llegado al tocar suelo. «Con la misión Exomars de la Agencia Espacial Europea ya enviamos hardware, pero se quedó orbitando. La otra parte, al intentar aterrizar, se estrelló, aunque en esa otra parte nosotros no participamos», amplía.
El director de Erzia reconoce que «uno se deja llevar por el día a día y no se piensa mucho en ello, pero cuando ves que llega a Marte y que está funcionando sí que es un orgullo y uno de los momentos de satisfacción. Es algo muy singular y que se puede contar. No todo el mundo tiene productos fabricados en estos sitios», remacha.
El camino no acaba aquí, sino que continúa. «Tenemos otros tres proyectos en marcha, pero de momento no podemos hablar sobre ellos», adelanta el responsable.
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