Teka tranquiliza a su plantilla y reitera el valor futuro de la fábrica de Santander

A pesar de estos movimientos, que ha podido confirmar El Diario, los responsables del Grupo trasladaron a representantes del comité de empresa que su idea pasa por identificar y atraer un «socio industrial» que pueda reforzar las sinergias de actividad. Dicho de otro modo, que frente a las presiones de la banca para hacer caja y poder amortizar parte de la deuda que mantiene con el sector, unos pasivos refinanciados en verano, la hoja de ruta gira en torno a lo establecido ya hace unos meses, cuando una de las grandes consultoras nacionales empezó a rastrear la competencia sectorial en busca de un posible compañero de viaje.

De hecho, como explicó este periódico, incluso se llegó a trabajar en una due diligence y se barajaba el aterrizaje de un nuevo director financiero en enero que acompañara a los potenciales socios, los más interesados grupos asiáticos de procedencia china e india.

Según trasladó el comité de empresa de Santander a los trabajadores, unos 220 en la actualidad, los portavoces sindicales abundaron en que la compañía había transmitido «tranquilidad absoluta» a su personal.

Según la información enviada a la plantilla, lo que pretende Teka es encontrar un «socio industrial que invierta en el grupo y con ello aliviar la presión financiera».

El encuentro entre Dirección y representantes sociales trató específicamente la coyuntura de la factoría cántabra. «Nos transmiten tranquilidad. La compañía cuenta con Santander para el futuro y no hay riesgo de pérdida de empleo», relataron los portavoces sindicales.

En todo caso, la empresa se ha comprometido a divulgar un comunicado propio en los próximos días explicando por sí misma la situación.

Una llamada a la calma después de unos meses en los que Teka se ha visto en el centro de diversas noticias tanto de índole nacional como local que le sitúan en el centro de operaciones corporativas.

En septiembre fuentes industriales y financieras reconocían el interés que había despertado la organización en el ámbito de los fondos de inversión, vista su evidente necesidad de músculo financiero.

La semana pasada El Confidencial avanzó los mencionados encargos a HSBC y a Lincoln Capital, unas decisiones motivadas por la banca tras refinanciar 160 millones hasta 2028 con BBVA a la cabeza.

De cara a una posible transacción, la planta de Santander cuenta con diversas ventajas. La primera, el terreno sobrante que posee la instalación de Cajo, con carácter urbano de uso industrial pero también para finalidad terciaria.

En paralelo, la elevada calidad del producto que sale de la factoría cántabra, superior al que ofrece la competencia.

Teka dispone en Santander de 220 trabajadores, de los que entre 80 y 90 son puramente de producción. El resto se engloba en la denominada 'estructura corporativa', más en duda en caso de una adquisición.

Fuentes industriales precisan la idoneidad de que quien pueda quedarse con la fábrica de Santander esté vinculado al área de actividad de la factoría, por las sinergias resultantes y, también, por el empleo indirecto que genera la instalación como sede de Teka Industrial, especialmente en ámbitos como ingeniería.

EY ya advirtió en sus últimas cuentas anuales de la incertidumbre material que presentaba la empresa para seguir operando. La corporación no ha escapado a un contexto complejo que ha marcado a todo el sector secundario continental.

Teka Industrial, presidida por Arturo Baldasano, cuenta en España también con fábricas en Granada y Zaragoza. En total suma unos 4.000 empleados.