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La Base Antártica Española Juan Carlos I, del CSIC, se comunica con el exterior vía satélite con dos líneas de teléfono con prefijo 942, el ... de Cantabria. Esto es debido a que el servicio lo presta Erzia a través de Santander Teleport, el único telepuerto comercial privado que hay en España. Su director general, Carlos Raba, acaba de recibir el premio Ejecutivo del Año 2018 que otorga la World Teleport Association (WTA). La instalación dará este año un salto muy importante con la ampliación de sus servicios, que se centran en la comunicación a buques, a los aviones comerciales. Será a finales de año y ya se están realizando obras en el Pctcan para instalar hasta diez nuevas antenas que se unirán a las 20 parabólicas actuales, dos de ellas de más de quince metros de diámetro. Raba destaca con orgullo que el Telepuerto santanderino «tiene una disponibilidad de servicio del 99,9%», ya que «lo más importante en este sector es la fiabilidad».
-¿Cuándo nació el Telepuerto y con qué objetivo?
-Se inauguró en abril de 2011 fruto de un acuerdo entre la empresa cántabra de ingeniería Erzia Technologies y la norteamericana MTN, que ahora se denomina Global Eagle. Erzia cuenta con un 51% del Telepuerto y el otro socio tiene un 49%. El objetivo era dar comunicaciones por vía satélite al mercado marítimo. La compañía norteamericana estaba buscando un socio en Europa para construir un telepuerto y tenían varios candidatos de empresas grandes, pero habían conocido a Erzia un par de años atrás por una colaboración conjunta.
-¿Qué les llevó a elegir a una empresa como Erzia frente a otros competidores más potentes?
-Lo que les sorprendió fue ver cómo Erzia, una joven empresa de ingeniería, era capaz de llevar a cabo proyectos para una industria tan competitiva como la espacial. Apreciaron mucho la capacidad de esos ingenieros formados en Santander, vieron nuestro potencial y les gustó.
-¿Por qué se ubicó el Telepuerto en Santander?
-Porque somos de aquí. Podría estar en cualquier otro punto geográfico de España o de Europa. Estratégicamente España está muy bien colocada para este tipo de comunicaciones, porque así podemos cubrir todo lo que es el Atlántico, desde la costa este de Estados Unidos hasta Asia y la costa oeste australiana. Pero donde tenemos principales coberturas es en Europa, en Oriente Próximo y África. En Santander está además la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad de Cantabria, que es de donde obtenemos nuestra materia prima.
-¿Qué personal tenía en sus inicios y cuántos trabajadores tiene ahora?
-En 2011, cuando lo inauguramos, éramos cinco y ahora somos 35; de ellos 33 han salido de la Universidad de Cantabria, de los cuales 31 son ingenieros de Telecomunicaciones.
Carlos Raba (Santander, 1980) es licenciado en Economía por la Universidad de Cantabria y su formación es financiera. Desde los 25 años ha ocupado cargos directivos y ha tenido relación con empresas de ámbitos tan distintos como la auditoría (PwC), auxiliar de construcción y acuicultura. Su fascinación por las tecnologías le llevó a dirigir Santander Teleport desde 2014, una labor reconocida con el premio al mejor Ejecutivo del Año 2018.
-El pasado año se anunció que se iba a ampliar el servicio a los aviones comerciales ¿cuándo será y cuál es la inversión?
-Trabajamos en la ampliación para instalar las nuevas antenas y empezar a dar servicio en septiembre u octubre de este año. La inversión necesaria es de 2,3 millones de euros.
-¿Va a suponer un aumento de personal?
-Algunas de las últimas incorporaciones han sido para dar soporte a este crecimiento, y a lo largo de 2018 esperamos contratar entre cinco y siete personas más.
-¿Hay algún proyecto más de futuro?
-La relación con nuestro socio norteamericano se ha ido afianzando y vamos a ser su centro de operaciones técnico en Europa.
-¿El servicio de comunicación que se da es principalmente a barcos, de qué clase?
-Tenemos cruceros, ferries, marina mercante, estaciones petrolíferas y yates. La mayoría de estos servicios los damos dentro de la red de nuestro socio norteamericano. Estamos hablando de más de mil buques.
-Mencione algún cliente especial del que se sientan orgullosos.
-Dentro de los servicios que tenemos, los más conocidos son los grandes cruceros como el famoso 'The World'. Facilitamos voz y datos, que es poder utilizar el teléfono a bordo, internet y ver televisión en directo. Luego estamos muy orgullosos de dar servicio al CSIC que es cliente de Erzia y atendemos a varios buques oceanográficos, a la estación Antártica Juan Carlos I, y a los buques hospital de la Seguridad Social.
-¿Cuál es el servicio más remoto y especial?
-Sin duda el de la Antártica. Hay una antena que tiene que estar protegida por un radomo, todo bien aislado para que durante el invierno antártico pueda soportar las inclemencias del tiempo y esté prepara para cuando llegan los científicos en el verano.
-¿Cómo compite una empresa pequeña con los gigantes del sector?
-Ofrecemos un trato muy directo con el cliente, una flexibilidad que los grandes operadores no pueden dar y calidad. Lo normal es que otros telepuertos del mundo estén operados por ingenieros en un porcentaje pequeño y el resto son técnicos. Nosotros apostamos desde el comienzo por que nuestro personal fueran ingenieros de alta cualificación de la universidad, es un plus que damos. Lo más importante en este sector es la fiabilidad, y en el Telepuerto ofrecemos un porcentaje de disponibilidad de servicio del 99,9%.
-¿Cuál fue la facturación el pasado año y cuánto crecerá con la ampliación a los aviones comerciales?
-En 2017 facturamos 3,3 millones de euros y calculamos sobrepasar los cinco millones en 2020.
-¿El futuro se presenta entonces positivo?
-Sí, es bueno. Nuestros dos socios son clientes y además tenemos otros que cada vez nos contratan más servicios. Ya podemos decir que somos una empresa conocida. En este mercado es muy importante el conocimiento, la confianza. Cuando un cliente viene al Telepuerto de Santander, lo hace a largo plazo porque tiene que traer su equipamiento, se puede decir que se casan contigo, es una relación de confianza. Es muy difícil que el cliente se marche.
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Ana del Castillo
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