500 euros más al año para dos millones de trabajadores

«Miramos de frente a un salario mínimo que empieza a ser ya digno y se asemeja a las medias europeas», declaró con orgullo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien rechazó de plano las acusaciones de la CEOE de que este incremento vaya a destruir empleo. «No es verdad. Es un elemento dogmático e ideológico y no se sustenta sobre bases científicas», aseguró. Y para defender su tesis, la también ministra de Trabajo argumentó que los tres sectores sobre los que más podría impactar, el agrario, las empleadas del hogar y los autónomos, tienen ahora más trabajadores que en 2018, cuando se inició la senda ascendente.

Además, Díaz animó a los sindicatos y la patronal a sentarse a negociar un nuevo acuerdo colectivo para subir los salarios de los trabajadores con carácter general, algo que tienen pendiente y previsiblemente empezarán a abordar en el mes de marzo. «El Gobierno comparte esa anomalía de la España de los bajos salarios. Invito a un compromiso de país para que digamos que los salarios tienen que mejorar», apostó le vicepresidenta, que aseguró que «si mejoran los salarios mejora la economía en su conjunto».

Con el nuevo real decreto, el sueldo más bajo en España para un empleo a tiempo completo queda fijado en 1.000 euros mensuales distribuidos en catorce pagas, lo que implica una retribución salarial de 33,33 euros al día con carácter general. Los trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios no superen los 120 días en la misma empresa deberán percibir un mínimo de 47,36 euros por jornada legal, mientras que las empleadas de hogar cobrarán al menos 7,82 euros brutos por cada hora efectivamente trabajada.

Esta subida sigue el dictamen de la comisión de expertos que elaboró y aprobó por unanimidad un informe con la senda del crecimiento del SMI para alcanzar el 60% del salario medio antes de que concluya la legislatura. Según este estudio, el sueldo más bajo deberá elevarse en 2023 hasta una horquilla de entre 1.028 y 1.047 euros, un compromiso de legislatura que el Gobierno adquirió.

El nuevo salario mínimo beneficia a las personas con menos ingresos, especialmente mujeres y jóvenes, las que tienen contratos temporales o trabajan a tiempo parcial, en actividades de bajos salarios y en los territorios con menor nivel de desarrollo.

«El aumento del SMI cuenta con efectos probados y de gran inmediatez a la hora de combatir la desigualdad, la pobreza laboral, la brecha salarial de hombres y mujeres, la precariedad salarial de los colectivos más vulnerables y que cuentan con menos capacidad de negociación», según recalcó el Ministerio de Trabajo.