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Una treintena de técnicos de plantas potabilizadoras del Gobierno de Cantabria han reclamado un examen por contener «preguntas imposibles» de contestar en base al temario y a su categoría profesional. Los aspirantes 'suspendidos' son profesionales del sector y acudieron a la prueba para estabilizar su puesto de trabajo ya que muchos de ellos están en bolsas de empleo. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente es la responsable de este servicio y sacó un total de nueve vacantes a la que se han presentado más de 100 aspirantes, pero «aún no sabemos si ha aprobado una o ninguna persona», denuncian.
El previsible suspenso masivo de la oposición que se esperan por la dificultad del interrogatorio ha sido «la gota que colma el vaso» para estos técnicos ya que no es la primera vez que ocurre algo similar. «Venimos de dos convocatorias anteriores con exámenes muy difíciles, en las que no quedaban apenas personas en bolsa», explican. Tan rebuscadas son las preguntas que se ha dado el caso de que una de las personas que concurrió al examen y no ha pasado el corte hizo otra prueba para un nivel superior de encargado y la aprobó.
Denuncian que las preguntas «no están ajustadas ni a nuestras funciones ni a los conocimientos de un ciclo formativo de grado medio que es lo que nos requieren», explican. «Lo que no puede ser es que hayan hecho una OPE con nueve plazas y nos pongan un examen para que no apruebe nadie, que estén jugando con nuestras vidas, que hayamos estado meses estudiando y quitando tiempo a nuestras familias para que nos nieguen toda posibilidad de estabilizar nuestros puestos de trabajo», lamentan.
¿Y cuál es la consecuencia directa de esos suspensos ? La respuesta es que, ante la falta de personal cualificado con la titulación requerida para manipular las plantas, «la bolsa se abre a todo tipo de perfiles para poder cubrir el servicio», critican.
Al respecto, defienden su perfil profesional especializado, dado que los técnicos de plantas potabilizadoras son personal «esencial» para «garantizar el acceso al agua segura para miles de ciudadanos en Cantabria», por lo que no todo el mundo puede desarrollar este empleo. «Somos responsables del monitoreo, control y mantenimiento de los procesos que purifican el agua, detectan irregularidades, ajusta parámetros químicos, mantiene los equipos en condiciones óptimas...»
Es por ello que denuncian la precaria situación en la que se encuentran, mientras les mantengan en bolsa de trabajo debido a la imposibilidad de superar unas pruebas cuyas preguntas no se ajustan al puesto. «Hemos estado todo un turno en el río metidos con riadas, limpiado rejillas, cuando se supone que por prevención de riesgos no lo podemos hacer y un sinfín de tareas más», explican.
«En un momento donde la sostenibilidad y la seguridad hídrica son desafíos globales, contar con técnicos capacitados no solo es necesario sino urgente. Su trabajo protege a la ciudadanía de brotes infecciosos y apoya la gestión responsable del recurso más importante; el agua», reivindican.
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