Varón, 54 años y 10 en su puesto, el perfil del cántabro fallecido en accidente laboral

Sin ir más lejos, esta misma semana Cantabria tuvo que lamentar la pérdida del que es la séptima víctima por un accidente en el entorno laboral, un maquinista de 42 años que perdió la vida en Solvay. Coincide que era hombre, igual que los otros seis trabajadores que han muerto en lo que llevamos de año en la comunidad; e igual que los once que lo hicieron el pasado año. Así lo recoge un informe del sindicato elaborado con estadísticas de la Memoria Anual del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (Icasst) y que no incluye a los siniestros 'in itinere o en el desplazamiento al centro de trabajo. Unas estadísticas que alertan de que la edad media de los accidentados tanto mortales como leves está aumentando.

Y es que en 2023 más de un 60% de los accidentes laborales mortales en Cantabria correspondieron a trabajadores de 55 y más años (7 de 11) y otro 19% (2) tenían una edad de entre 45 y 54 años. Desde que en 2011 el Icasst facilita estadísticas detalladas de siniestralidad laboral, la edad media general de los accidentes de trabajo en Cantabria se ha incrementado cuatro años (de 40 a 44) pero en los mortales ha repuntado diez (de 44 a 54 años) y en los graves pasa de 45 a casi 50 años. UGT agrega que la edad media general de todos los siniestros laborales (leves, graves y mortales) ha aumentado en estos años hasta equipararse a la de la propia población trabajadora de Cantabria (44,8 años), cuyo envejecimiento se ha frenado ligeramente desde la actual reforma laboral por un incremento de más de un 30% de las personas con un empleo de menos de 25 años (de 8.636 en 2021 a 11.344 en 2023).

Los porcentajes de población ocupada y de accidentalidad laboral por franjas de edad coincidieron casi por completo en Cantabria el año pasado: un 22% de accidentes y de ocupados en el caso de las personas de 55 y más años, un 31% entre 45 y 54 años, un 25% en la edad entre 35 y 44 años, un 16% en la franja entre 25 y 34 y un 6% tanto de empleos como de siniestros en los menores de 25 años. De todos modos, como matiza el técnico de UGT-Salud Laboral, Marcos Flores, «esta coincidencia de edades medias de empleos y de accidentes laborales se rompe por completo en las edades más avanzadas porque su accidentalidad más grave y mortal se ha disparado».

Flores recuerda que «Cantabria sigue en máximos históricos de siniestralidad laboral y el año pasado se superaron los 6.000 accidentes, lo que no ocurría desde hacía 13 años si exceptuamos el anómalo año de 2022 por la pandemia». Para UGT, «la prevención de riesgos laborales no está logrando reducir un incremento incesante de los accidentes de trabajo que no puede ser justificado exclusivamente por un aumento de la población asalariada» y puntualiza «que esa prevención tiene la obligación de adecuarse a las peculiaridades del trabajador y su edad». Por ello, desde el sindicato insisten en reivindicar «medidas esenciales»; entre ellas, la jubilación anticipada en actividades de reconocida penosidad, peligrosidad o exigencia física como en el transporte, el subsector de actividad económica con mayor siniestralidad laboral mortal en Cantabria.