«La transición energética es ahora una mayor oportunidad para las empresas»

Ellis J. Juan es ex director general del Fondo de Inversiones de Venezuela (Fondo Soberano de Riqueza). Después de migrar de su país de origen a EE UU, ha desarrollado una carrera de 30 años en finanzas de infraestructura y desarrollo urbano, trabajando para instituciones financieras de desarrollo en el área de Washington, y una experiencia de banca de inversión de 4 años con Banco Santander en Nueva York.

-¿ Se comprende en la sociedad la necesidad de luchar contra los efectos de cambio climático?

-El ciudadano de a pie entiende los retos globales a los que hay que hacer frente como ha pasado con la pandemia o sucede con el terrorismo o las armas nucleares y la guerra de Ucrania. Sin embargo, los efectos del cambio climático y las medidas que se deben tomar son más difíciles de entender. El problema de comunicación es mayor y hay que saber cómo hacerlo.

-¿Cómo debe actuarse desde la economía política?

-Hay dos tipos de actuación. La primera es mitigarlo con la reducción de las emisiones de CO2 que son actuaciones para el bien público global. Por ejemplo, con la electrificación del transporte público municipal. La segunda es la adaptación ya que los ciudadanos deben saber que se tendrán que enfrentar a fenómenos como la sequía, los terremotos, los incendios... Los calendarios para la transición energética se ven afectados. Por ejemplo, en EE UU se ha frenado la actuación para acabar con la industria del carbón. La solución pasa por lograr financiación, pasa por otorgar créditos a los países en vías de desarrollo. Las empresas de los países desarrollados, como es el caso de las europeas, deben participar en el mercado de créditos de carbono y no solo van a ayudar a cumplir con el Acuerdo de París o el protocolo de Kioto sino que van a ampliar sus oportunidades de negocio.

-¿Cómo ve la situación de España en este escenario?

-El sector energético español es pionero como se ha demostrado en los países de Latinoamérica o en el norte de África Cuenta con tecnologías punteras, energías renovables. Es un buen punto de partida.

-Pero la guerra de Ucrania, la inflación...

-No cabe duda de lo que supone el corte del suministro de gas por parte de Rusia. Europa es energéticamente dependiente, un 58%. Concretamente, un 30% en el petróleo y derivados y un 40% en el gas. El reto es importante y ha obligado a reactivar plantas de carbón. Sin embargo, ha surgido el concepto de seguridad energética que va a suponer políticas más agresivas. Soy optimista y creo que hay más oportunidad para las empresas europeas, españolas, si saben participar en el mercado que se abre. Podrán crecer y crear empleo.

- ¿Y Cantabria?

-Conozco algunas de las actuaciones que se han llevado a cabo, sobre todo en Santander. He colaborado con el Ayuntamiento y con la Universidad de Cantabria. Santander es un modelo de sostenibilidad desde el punto de vista de los transportes públicos y en lo que ha ciudades inteligentes se refiere. Esta experiencia con la que se cuenta debe ser una oportunidad de negocio para las empresas de la región que debería hacer más esfuerzo por avanzar en todo lo relacionado con las energías verdes y azules.

- Resumiendo: el cambio climático es una oportunidad...

-Se abren oportunidades de negocio y de creación de empleo, pero realizando actuaciones agresivas y con el uso inteligente de los medios con los que se cuenta. El momento es bueno pese a la incertidumbre actual.