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Cuando arrecia la tormenta económica, buena parte de las miradas se dirigen a ellas. Conforman un sector termómetro de la actividad, sensible tanto al mínimo repunte como a la más ligera ralentización. Ni que decir tiene en un caso como el actual, con una ... sima coyuntural sin precedentes en el siglo XXI. Todo se produce ergo todo se traslada. Si no hay dinamismo empresarial, el transporte por carretera actúa de fedatario. Y en el contexto coronavírico lo afirman sin tapujos: la actividad de las empresas cántabras del área han visto cómo el trabajo se reduce a la mitad, más aún en el caso de las negocios pequeños o los camioneros autónomos.
Andrés Tárano, presidente de la Agrupación Empresarial de Transporte de Cantabria (Aetrac), sostiene que «ha habido en este tiempo campos de negocio que han estado trabajando por encima de su capacidad. Como ejemplo, los contratos relacionados con la alimentación y la distribución, casi un 40% de su rendimiento habitual. Estuvieron a tope hasta antes de llegar la Semana Santa».
Por otro lado, el «parón» de la industria, que fue «en seco» durante la hibernación de toda actividad no esencial. Una situación que apenas ha repuntado, precisa.
Andrés Tárano | Aetrac
A día de hoy, subraya Tárano, «calculamos que hay un parón de un 40% de actividad si no un 50%. Salvo el reparto vinculado a la alimentación, que sigue funcionando bien, aunque ya ha bajado el ritmo».
El presidente de Aetrac abunda en que «hay un frenazo muy importante de la actividad. Las fábricas, muchas de ellas, han empezado la semana pasada con los pedidos retardados, al igual que la automoción, prácticamente paralizada. Hay poco que transportar a pesar de que se nos ha considerado negocio esencial».
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El portavoz también apunta a un factor nuevo. «Existe una gran dificultad para conseguir retornos una vez enviamos un porte, lo que dificulta la viabilidad. No estamos tan castigados como el turismo, pero tampoco estamos nada bien», reitera. «A ver si las próximas semanas se va retornando a la normalidad», confía.
En la Comunidad había el pasado año 1.679 empresas del sector, que contabilizaban 5.723 vehículos, de los que casi 4.500 eran camiones. Aetrac agrupa a las grandes compañías de la carretera, que «todas estamos más o menos trabajando».
Vicente González | asemtrasan
Peor lo llevan los camioneros pequeños. José Vicente González, presidente de la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria (Asemtrasan), opina que, en su caso, «estamos trabajando a un 20 o 30 por ciento de actividad. Eso a lo que se refiere a las salidas de Cantabria. Las vueltas son caóticas. Únicamente lo que se lleva a los centros logísticos y portes alimentarios».
González calcula que «sólo el 60% de los socios de Asemtrasan está trabajando. Aparte de que han caído los precios». La Asociación agrupa a unos 500 miembros. «Estamos aguantando, a ver si la cosa mejora». Mientras, denuncia que «los autónomos no han recibido aún ayudas; y los trabajadores de empresas en ERTE todavía no han cobrado. La situación es dantesca», remacha.
Por otro lado, el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, reconoció ayer que el sector del transporte será de los más afectados por la crisis y de los que «más tarde saldrán del periodo de hibernación».
Durante su comparecencia en el Congreso, detalló que las empresas aéreas y ferroviarias son las más perjudicadas dentro del propio sector por estar muy ligadas al turismo. «Las cifras de movilidad son prácticamente testimoniales», explicó el ministro, Por ello, el Gobierno prevé ayudar al sector.
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