«Tras la adquisición de Valnera buscamos exportar el conocimiento al resto del país»

-¿Cuál fue el germen de la operación con Valnera?

-Ha sido una cosa buscada por nuestra parte. En Asturias, con una compañía que compramos en 2015, veníamos teniendo un crecimiento muy importante. Con el objetivo de facturar 20 millones este ejercicio supone multiplicar por diez la cifra de negocio en siete años. Ese incremento sostenido era la mejor forma de validar que el modelo de negocio funcionaba. Con eso, una de las cosas que queríamos era potenciarnos en otros ámbitos, como son servicios gestionados o desarrollo de aplicaciones. Una vez efectuada la operación de Avanti 21 -una consultora de Oviedo- buscábamos tener Cantabria como otro territorio base. El sector al final es relativamente pequeño, de forma que todos nos conocemos o alguien conoce a alguien. Así identificamos Valnera y de forma proactiva contactamos y empezamos a hablar.

-¿Cuánto tiempo han estado negociando?

-Ese primer contacto fue en junio o julio del pasado año.

-¿Qué supone esta compra para Seidor Tech?

-De entrada, incrementar la plantilla entre 75 y 80 empleados. Además, crecer en facturación unos 3,5 millones. Pero, sobre todo, nos permite reforzar el equipo en las áreas que nos interesaba y meter todo un territorio dentro del paraguas de la compañía, que además está integrada dentro del Grupo Seidor, de un carácter más internacional.

-¿Qué planes tienen a partir de este movimiento?

-Sobre este equipo, que prácticamente se sustenta en Asturias y Cantabria de forma igualitaria, lo que pretendemos es apalancar un crecimiento nacional. Nosotros tenemos la circunstancia de que convivimos dentro de un conglomerado societario de cientos de millones de euros como es Seidor. Nos movemos a escala de multinacional. Lo que pretendemos es que el portfolio de Seidor Tech, específico dentro de Seidor, seguir llevándolo como hasta ahora a nivel ibérico. Con la base en Asturias y Cantabria, aspiramos a exportar este conocimiento al resto del país. También creemos que surgirán oportunidades de crecimiento interno y de creación de empleo. Seidor tiene una gama más amplia de productos y servicios que pueden ser implementados en Cantabria.

-¿Cómo ven el sector TIC de la comunidad cántabra?

-En la práctica muy parecido al de Asturias. Somos en esto también dos comunidades 'hermanas'. Aquí se dice aquello de 'gallegos y asturianos, primos hermanos'. Entonces yo digo que asturianos y cántabros, hermanos directamente. Esto hace que las similitudes sean muy grandes. Puede ser que en el sector asturiano haya habido una presencia quizá un poco mayor de multinacionales. Al final los problemas son los mismos, que suelen ser problemas de tamaño, puesto que en nuestro sector hay que crecer sí o sí. Ahora también tenemos el tema del personal.

-¿Cómo se puede resolver ese problema de atracción y retención de talento?

-Por un lado, está la batalla del precio. Aunque nosotros lo vemos como un motivo de decisión del pasado. Ahora estamos viviendo, con especial incidencia en Estados Unidos, la 'gran dimisión', con cientos de miles de personas dejando sus empleos y viendo a ver qué hacen mientras viven con sus ahorros. Ahora mismo los trabajadores se mueven por otro tipo de cosas. Lo que tenemos que ofrecer es un territorio atractivo para venir a trabajar y fijar población. Tenemos además la suerte de que para fijar gente con conocimiento tecnológico no necesitamos grandes extensiones de suelo, como pasaba antaño con las fábricas. Aquí les podemos vender verde, ecología, seguridad... Calidad de vida. La única forma de solventar esto es tener unas políticas muy claras que hagan que estas personas quieran venir aquí.

-¿Los fondos europeos van a ser el espaldarazo que se esperaba para el sector o temen la gestión pública de ese dinero?

-Los fondos europeos obviamente están llamados a ser un acelerador de todas las políticas. Hay que ver cómo se concreta todo eso, bajándolo a proyectos y a realidades. Tengo confianza en que vamos a ser capaces, tanto la parte pública como privada, de vehiculizar esos fondos y poder llevarlos a la economía de una forma eficaz. En general no me gusta ser catastrofista y tampoco quiero serlo con un tema como este.