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Juan María Nin | Presidente del Círculo de Empresarios
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Juan María Nin | Presidente del Círculo de Empresarios
«Vamos hacia un mundo sin fronteras, pero en el camino se producen pequeños retrocesos»Juan María Nin Génova (Barcelona, 1953), actual presidente del Círculo de Empresarios, es un viejo conocido de Cantabria. De hecho, habla de ella como la ... tierra soñada en la que cualquiera querría vivir. «Lo tiene todo», dice. La conoció en profundidad en su etapa como director general del Banco Santander, y hace unos días regresó a la ciudad para ofrecer una ponencia en el Ateneo titulada: 'España, la Unión Europea y el contexto geopolítico', de la mano de la Asociación Foramontanos Siglo XXI. En el encuentro, el abogado y economista (que ha asumido cargos de responsabilidad en otras seis entidades bancarias, entre ellas CaixaBank y Sabadell) apuntó al fin de la globalización y el comienzo de un nuevo orden mundial; al tiempo que minimizó la amenaza que puede suponer Donald Trump.
-En su charla prácticamente habló de la globalización como si fuera agua pasada, ¿es así?
-Sí, no me gusta ser radical en estas cosas, porque al final la economía se mueve por ciclos, pero lo que era algo que se consideraba irremediable, que era la globalización en un mundo de cambio y de poder disminuye.
-¿Es una mala noticia?
-No, porque creo que durante un ciclo se producen puntos de inflexión y lo que hay que fijarse es en cómo termina. Yo soy de los que creen mucho en un futuro sin fronteras porque es bueno para todos. Pero en el camino a un mundo sin fronteras queda una revolución tecnológica muy importante, y un progreso de pensamiento social y económico. Por lo tanto, los pequeños retrocesos son naturales, incluso me parecen sanos.
-¿Trump es la puntilla?
-No, el presidente Trump es un actor más, pero tendemos a singularizar y a personalizar fenómenos donde hay intérpretes más destacados. Lo que está muy claro es que hay que distinguir muy bien entre el partido republicano y lo que representa desde el punto de vista ideológico, la persona que es Trump y el personaje que él mismo interpreta. Lo que ha arrasado en Estados Unidos, en un efecto péndulo, ha sido una corrección de extremos por la gran habilidad política que tiene este hombre de trasladar conceptos muy simples a frases muy contundentes. Es cierto que su verborrea y su exposición es muy alarmista, pero al final tiene una posición negociadora. Hay que tener en cuenta que Trump no ha inventado el muro de México, con Biden y el partido demócrata también había deportaciones, lo que pasa que Trump lo hace más visible. Entonces, hay que filtrar muy bien lo que es el ruido, el aspaviento de la realidad.
-Las exportaciones de España a EE UU suponen en torno al 5%. ¿Los aranceles nos deben preocupar tanto?
-No, a nosotros no nos tiene que preocupar el tema arancelario porque no hay bilateralidad, es la Unión Europea la que tiene que negociar con Trump. Nuestra guerra arancelaria española con Estados Unidos no existe porque nuestra posición es con Bruselas.
-La pasada semana se presentó el Primer Plan de Internacionalización de Cantabria para animar a las empresas a exportar más, ¿es el camino correcto?
-Las empresas que no crecen están muertas y mercados naturales como el de Cantabria son muy reducidos. El tamaño de las empresas da la capacidad de atraer talento, invertir en tecnología y, por lo tanto, ser mejores y más competitivas. Incluso tienen que ir más allá de Europa. Además, Cantabria tiene algo que no está puesto en valor hoy en día, pero que se reconocerá en el futuro y que algunos llamamos capital natural, porque si pensamos en ese mundo sin fronteras del que hablaba antes, estoy seguro que a muchos les gustaría vivir en un lugar como esta región porque lo tiene todo.
-¿Usted es de los que criminaliza el turismo?
-En absoluto, no se puede criminalizar un sector que es estructural de la economía española y la gente tiene derecho a ir donde le dé la gana, ya está bien de los pequeños egoísmos. Lo que pasa que si se convierte en un problema lo que hay que hacer es encauzar el turismo con inversiones de calidad porque el turismo enriquece cultural y económicamente y eso puede ir de la mano con apoyar otros sectores como la industria, se puede ir a por todas.
-¿Diría que el mayor problema ahora mismo de las empresas es el absentismo?
-Yo creo que en los últimos años, España permanece con una productividad muy estancada, así que las cifras de absentismo son un problema social de magnitud importante que se debe analizar para ver por qué se produce y poner medios que impidan los abusos porque todo el mundo tiene que cumplir con sus obligaciones.
-¿Y la reducción de jornada qué efectos va a traer?
-La reducción de jornada es un tema que progresa adecuadamente desde el principio de la revolución industrial.El día de mañana, dentro de 20 o 30 años, trabajará el que quiera y el que no, no trabajará y se hará muchas menos horas. La tendencia, y más con la inteligencia artificial, es ir hacia eso, lo que pasa que en la sociedad hace falta flexibilidad, hay que entender que cada sector tiene unas necesidades y particularidades e imponer una misma jornada a todo el mundo por decreto ley sin hablar con sindicatos y con empresas no tiene sentido.
-¿España debe ir hacia una mayor concentración bancaria?
-En Europa sí. En España lo hemos hecho muy bien. En los años noventa se pasó de un sistema bancario muy ineficiente con 60 bancos a uno muy competitivo con seis bancos. Eso ha producido unas entidades en España excelentes, de nivel mundial. Lo que es insuficiente es el nivel de concentración del sistema bancario europeo. Tiene que haber fusiones transfronterizas ya, porque solo el tamaño te permite estar presente en el mercado de capitales y, por lo tanto, financiar adecuadamente la economía. Si fusionamos en Europa más bancos, más unidos estaremos y más avanzaremos hacia una economía común. De hecho creo que el Santander está, junto con dos bancos más, uno francés y uno italiano, muy bien posicionado para ser muy protagonista en esas fusiones transfronterizas europeas.
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Ana del Castillo
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