La venta de Agua de Solares al grupo murciano Fuertes se completará este mes de noviembre

Cuando la venta de consume, Agua de Solares pasará de las manos de la familia Añíbarro -que en los últimos 38 años ha tenido la mayoría accionarial- a formar parte de un gran conglomerado español que este año cumple 70 años, que en 2023 facturó más de 1.800 millones de euros (un 8,5% por encima del año precedente) y que cuenta con unos 6.000 empleados repartidos por nueve divisiones de negocio. Del acuerdo de compra-venta han quedado fuera el hotel y el balneario, que llevan ya 14 años siendo gestionados por Castilla-Termal, que tiene la mayor parte del capital. Es decir, dentro de la actual finca operarán dos sociedades: por un lado el grupo murciano y, por otro, el castellano-leonés especializado en complejos hoteleros con spa.

La marca cántabra no será la única de agua para el consumo en el organigrama del comprador, que ya explota dos manantiales bajo la etiqueta Aquadeus, con factorías en El Arquillo (Albacete) y Dúrcal (Granada). Al frente de la corporación se encuentra Tomás Fuertes, quien inició su andadura empresarial en una pequeña tienda de comestibles de sus padres en Alhama de Murcia y, desde ahí, ha construido un imperio. Entre sus logos más conocidos está 'El Pozo', fabricante de productos cárnicos.

Pero Fuertes también maneja una bodega de vinos de Jumilla (Luzón Bodegas), una factoría de quesos murcianos de todo tipo (Palancares), otra de productos basados en la carne de pavo (Procavi), y otra más centrada en la elaboración de ultracongelados (Fripozo). A todo ello hay que añadir otras de engorde de ganado (Cefusa) y una última que se dedica a la gestión de espacios agrícolas y a la producción de cereales y piensos. Parte de su éxito se debe a su gran apuesta por una cuidada imagen de sus productos, que están asociados a nombres como el tenista Carlos Alcaraz, el actor José Coronado, la futbolista Olga Carmona y la banda Viva Suecia.

Los nuevos propietarios de Agua de Solares se han encontrado en su próximo negocio en Medio Cudeyo con una planta embotelladora «necesitada de inversiones», según aseguraron este verano fuentes del comité de empresa, cuya principal aspiración en este proceso es ver llegar la inyección de fondos que ha anunciado la compañía para revitalizar la marca y que se puedan mantener los alrededor de 70 puestos de trabajo. De estos, unos 33 son operarios de la fábrica y, el resto, es plantilla de la administración y la distribución. También Comisiones Obreras, el sindicato de referencia, está expectante ante el desembarco de la firma murciana, a la que ha pedido que cumpla su compromiso de no recortar empleos.

Agua de Solares cuenta con una larguísima trayectoria. En 1828 el manantial fue declarado como Agua Mineral de Utilidad Pública -por ser especialmente indicada para el consumo por sus propiedades medicinales para los aparatos digestivo y renal-. Desde sus inicios, embotella y distribuye por todo el territorio español y por el mundo. Recibió varios premios internacionales y fue una empresa boyante hasta 1977, cuando vivió un momento de descalabro que la puso al borde de la desaparición y supuso el despido de gran parte de los trabajadores con que contaba entonces. En 1983 el Gobierno de Cantabria tuvo que rescatarla para que siguiera abierta y, ya en 1987, fue adquirida por una sociedad liderada por la familia Añíbarro. En pocos días, la firma empezará a escribir otro capítulo de su historia.