«Veo un crecimiento sostenido de nuestro negocio futuro durante más de una década»

-¿Cómo se explica la enorme oferta de empleo que Gullón ha hecho pública esta semana?

-En Galletas Gullón desde hace casi seis años o más estamos creando unos 100 o 105 puestos de trabajo nuevos al año. Esto es fruto de una política continuada de reinversión de beneficios. Así vas aumentando poco a poco la capacidad productiva, por lo que requieres de más empleo. Hace dos años acometimos una ampliación en la fábrica de VIDA de 44.000 m2 y compramos varias líneas de producción. Las hemos ido poniendo en marcha y como seguimos continuando con inversiones, pues vamos a tener una necesidad más importante de personal de la que estamos acostumbrados. De ahí que nos salga que vamos a necesitar unos 300 trabajadores nuevos.

-¿Qué aumento de capacidad productiva van a aportar estas nuevas inversiones?

-Una cantidad muy importante. Hablamos de más de 40 millones de kilos. Es un incremento muy muy importante en nuestra capacidad, tanto para el mercado nacional como para nuestra vocación exportadora.

-¿Ven techo a este crecimiento continuado de Gullón de los últimos años con su política de reinversión del beneficio?

-Creo que, en este momento, no. Somos gente sencilla y austera, con una política de no arrimarse a temas complicados. Esto está unido a un proyecto que triunfó en España y Portugal. Ahora lo estamos exportando poco a poco al resto de países. Realmente los mercados globales son enormes: hay países que están alcanzando ya niveles adquisitivos para acceder a este tipo de productos. Como también hemos atravesado el umbral mínimo para exportar, pues te das cuenta de que podemos seguir con recorrido. Ya tenemos filiales y directores en muchos países, así como red de distribuidores, tanto en Europa como en Estados Unidos. Vendemos en 120-125 países, todos aquellos que tienen posibilidad de compra con su divisa. Para nuestro tamaño de negocio sí veo un crecimiento continuado, a nuestro estilo. Veo un crecimiento sostenido durante más de una década.

-En ese desarrollo constante, ¿seguirá Aguilar de Campoo como eje de la estrategia e inversiones?

-Sí. Esa política la mantenemos. Somos una empresa familiar. María Teresa (presidenta de honor) siempre me ha inculcado la necesidad de hacer la inversión en su tierra. Ahora Lourdes Gullón (actual presidenta) sigue con esa política. Yo creo en ello también. Cuando te vienen problemas, siempre tienes esta fuente donde coger energía y resolver problemas.

-En entrevistas previas se mostraba preocupado por la subida de precios, ¿cómo ha lidiado Gullón con este fenómeno?

-Llevo 37 años en la compañía. Nunca experimenté algo como lo que hemos vivido. A nosotros nos subieron las tres principales materias primas: trigo, aceite de girasol y azúcar. Tuvimos un año muy justo. Al final trasladamos precios al consumidor, siempre de una forma racional y sin apresurarnos. Hemos sido comprensivos y hemos estado en contacto con la distribución para hacer las cosas de forma ajustada. Ha sido una etapa durísima. Efectivamente, los precios han subido.

-¿Qué tal marcha 2023?

-Bien. Están ocurriendo cosas que no estábamos acostumbrados. En la marca de distribución, debido al incremento de la inflación, especialmente en Europa, ha habido empresas que han tenido que subir precios, por lo que nos ha abierto puertas donde no las teníamos todavía. En España, el negocio también ha crecido. La marca nuestra va bien. Nos va muy bien este año. Aún faltan meses muy importantes para nosotros, pero el incremento en la facturación va a ser importante.

-¿Están empleando ya la Terminal de Contenedores del Puerto de Santander?

-Creo que sí. Estábamos esperando como agua de mayo que se abriera. Nos invitaron a la colocación de la primera piedra. Nuestra salida natural es el Puerto de Santander. Vamos a potenciar esta relación.

-¿En qué países ve la compañía un mayor nicho?

-El mercado internacional de galletas está parado. Lo que pasa es que al ser una compañía con volumen fuerte nos hemos convertido en una empresa fiable y las grandes cadenas se fijan en nosotros. Por eso vemos oportunidad de crecimiento. Luego estamos pendientes de India, China, Corea, incluso África.

-¿Qué papel juega Cantabria en toda esta estrategia?

-Es algo muy entrañable, muy familiar. En nuestro crecimiento reciente hemos captado muchísima gente. A día de hoy tenemos más de 500 trabajadores cántabros. Vienen de Reinosa, Campo Los Valles, Torrelavega, incluso Santander. Nos interesa ser una empresa querida en Cantabria, la vemos un poco como nuestra tierra.