Cómo será viajar en avión: con mascarilla pero sin asientos libres

Dentro del avión, las autoridades explican que los operadores deben garantizar, en la medida de lo posible, el distanciamiento físico entre los pasajeros si la ocupación del vuelo lo permite. Por tanto, no exige la limitación de capacidad de los aviones y no hay que dejar libres asientos: «Si no es posible hacerlo, se reforzarán otras medidas como el lavado frecuente de manos y el uso de la mascarilla», asegura la guía, que está basada en las directrices avanzadas por la Comisión Europea la semana pasada y que ahora deben adaptar todas las aerolíneas de la UE.

Las aerolíneas celebran las medidas anunciadas por la EASA ya que estaban en contra de tener que dejar parte del avión vacío para asegurar la distancia social. Aseguran que reforzarán la desinfección diaria de las naves y que el riesgo de contagio se minimiza con el sistema de ventilación del avión, que se renueva cada 2 minutos mezclando aire limpio del exterior con aire del interior filtrado mediante recirculación HEPA. «El aire del interior de un avión con todos los pasajeros a bordo es de una pureza muy similar a la de un quirófano», explican desde Iberia, que destacan que estos filtros eliminan hasta el 99,99% de los virus y bacterias del aire recirculado.

El texto también recuerda que hasta la fecha no se ha confirmado ningún contagio a bordo de aviones, lo que se interpreta como un gesto de confianza hacia un turismo que mueve millones de euros en Europa y que está a la espera de conocer si puede recuperar algo de lo ya perdido en la temporada alta.

Las mascarillas serán nuestra segunda piel cuando vayamos a coger un avión. Desde el momento en el que se ingresa a la terminal de salida del aeropuerto hasta que se sale en la ciudad de destino no se pueden quitar. Solo se permitirá no llevarla en casos donde se especifique claramente, «como durante los controles de seguridad o el control de fronteras», explica el texto. Además, los niños menores de 6 años y las personas con razón médica para no usarlas, estarán exentos de llevar mascarilla.

EASA recuerda a los pasajeros que las mascarillas «se deben reemplazar después de usarlas durante 4 horas o cuando se mojan o ensucian, por lo que el pasajero debe garantizar un suministro suficiente para toda la duración del viaje». Así, pide a los aeropuertos que incorporen máquinas expendedoras de mascarillas.

Las aerolíneas tendrán además que evitar que los clientes hagan cola en los pasillos de los aviones para usar el baño y el servicio a bordo deberá reducirse «al mínimo» para reducir el contacto entre la tripulación y los pasajeros. Es decir, no habrá venta a bordo y la comida será empaquetada y la bebida en botes individuales.

El protocolo recomienda someter a los pasajeros a controles de temperatura en cuanto ingresen en el aeropuerto y pide a los operadores que nieguen el acceso al avión a los pasajeros que no cumplan las medidas preventivas o incluso «se les expulse o desembarque» si ya están dentro de la nave. «Se pueden dictar medidas adicionales según lo que decidan las autoridades locales en el aeropuerto de salida», sentencia el texto.

Asimismo, se recuerda que los familiares o amigos de la persona que va a coger el avión tendrán que despedirse antes de que entre en el edificio de la terminal, a excepción de casos especiales definidos.

También se pide evitar el contacto y tocar superficies que puedan ser un foco de contagio, por lo que recomienda usar alternativas electrónicas cuando sea posible, como el check in por internet.