Vicente Boluda desembarcará en el Puerto para construir y explotar la terminal de contenedores

La propuesta de Boluda Maritime Terminals es la única que tiene encima de la mesa el Puerto de Santander para otorgar la concesión. De hecho, ha obtenido una notable puntuación por parte de la Comisión de Selección, en especial en apartados como el plan comercial y estratégico.

El proyecto converge de pleno con la nueva hoja de ruta de la APS, que determinó la pasada legislatura que, dentro de una estrategia de diversificación, el Puerto de Santander orientaría y potenciaría su actividad en el tráfico de mercancía general, concretamente en contenedores. Como argumentos para este giro, la gran especialización en el transporte marítimo de corta distancia, destacando estos últimos años por su crecimiento la mercancía general contenerizada por medios rodados (con-ro). Atendiendo a la evolución de los mercados nacionales y este tipo de mercancía, la APS detectó la posibilidad de contar con una terminal especializa.

Por todo ello, se proyectó una terminal de mínimos para una capacidad superior a las 40.000 unidades anuales, grúas portacontenedores, con una línea de atraque de 200 metros y una superficie de unos 36.000 m2, que contará con una playa de vías de ferrocarril.

El concesionario deberá realizar las obras de pavimentación y redes de servicio de la terminal, cerramiento, puertas de acceso y edificios, así como las instalaciones y equipamiento y maquinaria, todo ello adecuado a su modelo de terminal y a poder cumplir su plan de negocio. La inversión mínima necesaria llegaba a los 15 millones y se enclavará en el espigón norte de Raos.

Por su lado, la APS asumirá las obras de vigas para las patas de las grúas, la playa de vías y la reordenación de viales que en su caso sea necesaria en función del diseño ofertado de terminal, inversiones que serán repercutidas en las tasas de instalaciones de la concesión. El periodo concesional considerado será de cuarenta años. El objetivo, claro: triplicar el volumen de este tipo de tráfico con la futura instalación, cuyas obras inicialmente querían arrancarse antes de final de año, aunque el calendario previsto va ligeramente retrasado. Hasta ahora era la naviera CLdN la que explotaba principalmente este tipo de cargas.

En la cúpula portuaria se tiene claro que este tipo de tráficos son más «estables y predecibles», más si cabe en un momento como el actual, con una transformación entendida como «decisiva». Como factores a tener en cuenta, la descarbonización o las fluctuaciones a que someten las sequías a tráficos como el de graneles.

Boluda, que ha comenzado ya una transición para ceder el testigo a sus hijos, dirige todo un gigante portuario, líder mundial de remolque marítimo y que facturó en 2019 cerca de 800 millones, según detalló él mismo a El País.

Solamente Boluda Maritime Terminals participa en «la gestión de seis terminales marítimas en la costa española, donde se atiende a las principales navieras del mundo y a todo tipo de buques», sostiene la compañía en su web. Las infraestructuras se encuentran en Las Palmas, Sevilla, Tenerife, Villagarcía, La Palma y Fuerteventura. Pronto operará también en Santander.