Vitrinor consigue que Guriezo tramite su ampliación tras 18 meses de inmovilismo

La empresa es todo un referente y polo de dinamismo empresarial y generación de riqueza en la zona. No en vano, articulada bajo la fórmula de cooperativa, cuenta con una plantilla de 350 personas y en 2021 facturó 52 millones de euros.

Sin embargo, sus planes de expansión para diversificar actividad y ampliar producciones hacia nuevos nichos, anunciados hace casi dos años, se han visto truncados hasta la fecha porque pese a presentar los papeles en el Ayuntamiento de Guriezo hace casi 18 meses, el Consistorio no había iniciado los trámites urbanísticos necesarios para poder comenzar con el proyecto.

10millones de inversión conlleva la ampliación que quiere poner en marcha Vitrinor.

La particular situación política que se vive en el municipio, con la alcaldesa, María Rivero, en solitario, sin equipo de gobierno y con la oposición en contra se ha dejado notar en el desarrollo de la actuación. Vitrinor incluso había remitido dos comunicaciones a la regidora, la última incluso advirtiendo de acciones judiciales ante tal parálisis, pero parece que el plan por fin puede empezar a caminar.

Esta misma semana el Ayuntamiento ha confirmado a la empresa que ya ha iniciado el proceso para la modificación puntual de la normativa urbanística local que permita levantar, en varias fases, las nuevas instalaciones del fabricante, que en grandes cifras supondrán 10.000 m2 de superficie añadida y una inversión total de 10 millones de euros.

Una actuación que hasta ahora no había podido arrancar y que se espera que, esta vez sí, pueda recibir la aprobación definitiva de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) dependiente del Gobierno de Cantabria, en un plazo próximo a los nueve meses.

350trabajadores tiene la compañía, polo de riqueza y empleo en el municipio.

Así lo explica a El Diario el director general de Vitrinor, Fernando Garay, que reconoce las tribulaciones pasadas en todo este tiempo por el inmovilismo municipal, frente al respaldo claro que el Ejecutivo regional había trasladado al proyecto, tanto desde las Consejerías de Urbanismo, Industria o la propia empresa pública Sodercán. De hecho, tras conocer que el Consistorio arrancaba el procedimiento, un día después se entrevistó con el director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cantabria, Francisco Javier Gómez Blanco. «La reunión fue bien. En todo momento siempre se ha mostrado favorable a sacar adelante el proyecto», comienza el directivo.

Garay detalla que «después de casi año y medio el Consistorio ha dado esta semana los pasos necesarios para proceder a la modificación puntual del Plan Urbanístico que afecte única y exclusivamente a los terrenos de carácter industrial. En julio de 2021, en un Pleno ordinario de Guriezo se aprobó por mayoría iniciarlo. El problema es que se ha demorado durante casi un año y medio», lamenta.

El encuentro entre Vitrinor y la Consejería de Urbanismo estuvo centrado, precisamente, en los plazos que podría durar el camino administrativo. «Lo que podría conllevar todo el proceso desde ahora que se acaba de iniciar hasta la aprobación por parte de la Crotu sería aproximadamente de unos nueve meses si las cosas van bien», añade.

¿En qué consiste la ampliación? «Va a depender un poco del número de fases en que acometamos este proyecto. Podemos decir que esta opción, en su totalidad, nos permitirá crecer en casi 10.000 m2», afirma.

Un salto notable, pues actualmente la superficie fabril supera los 30.000 m2. «Nos permitiría poder afrontar a corto, medio y largo plazo cualquier necesidad de crecimiento en un orden de magnitud muy significativa evidentemente».

Respecto a la inversión, una vez que se vea que los trámites se desarrollan de manera satisfactoria, Vitrinor entrará más en detalle del proyecto, que se centrará en una diversificación de actividad e «implicaría una inversión cercana a los diez millones». En paralelo, nuevas contrataciones y generación de empleo.

Tras el caminar administrativo, la posterior fase de ejecución. «Nos movemos en un escenario de trabajo en el que la construcción y la puesta en marcha de las instalaciones fuera una realidad a finales de 2024. Aquí incluimos la ampliación de nuestras instalaciones y la ampliación de nuevas instalaciones de carácter industrial», asevera.

¿Qué ha supuesto para Vitrinor toda esta demora? La compañía, de hecho, vendió su filial Vitrispan al fondo Gemba Private Equity en abril para tener los recursos suficientes con los que poder centrarse en su proyecto de expansión. «La verdad es que es difícil de cuantificar, pero sí que es cierto que dentro del plan estratégico que nos habíamos marcado para diversificar nuestra actividad y los productos que fabricamos ha supuesto una paralización. Incluso ya lo habíamos comentado con algunos clientes a nivel comercial. ¿Cuantificado? No lo sé. ¿El impacto? Muy alto», lamenta Garay.

No sólo eso. Esa apuesta por la diversificación entronca con la aspiración de seguir creciendo en el mercado y reducir el riesgo, así como elevar las garantías de que la empresa tenga la misma salud a futuro que en la actualidad. «Una parálisis por un trámite meramente administrativo que puede suponer media hora de una persona... No sé ponderarlo, pero me parece bastante grave que por distintas situaciones políticas y fuera de nuestro margen de maniobra hayamos tenido que esperar año y medio por un trámite de escasos minutos. Sí que requeriría bastantes explicaciones por parte de los responsables de esta situación», critica.

Así las cosas, en tres o cuatro meses el Ayuntamiento debería contar con los informes sectoriales necesarios, luego que estos sean correctos o que las salvedades puedan solventarse. Después, el Consistorio tendrá que aprobarlo en Pleno y salir a información pública. A partir de ahí, tendría que ir a la Crotu para su validación. Un caminar que, con mucho retraso, parece que ahora sí echa a andar.

Como en la mayoría de industrias y empresas, las circunstancias coyunturales de 2022 tampoco están favoreciendo la actividad de Vitrinor en Guriezo. «Está siendo un año muy complicado. Los costes energéticos nos están haciendo mucho daño. La estructura de costes a nivel industrial también ha subido mucho y el nivel de competitividad se ha resentido. Ahora mismo la demanda en general se ha reducido porque el poder adquisitivo de los consumidores también está disminuyendo, es una obviedad. Si además el nivel de costes de los fabricantes europeos es muy elevado hace que no sea un año especialmente brillante», relata el director de Vitrinor, Fernando Garay.

Pese a todo, el fabricante de menaje de cocina ha respondido a los desafíos. «Dentro de la actividad hemos mantenido un volumen razonable. En cuanto a resultados, no va a ser el mejor año, pero creo que con la coyuntura general somos bastante afortunados del año que vamos a cerrar y, sobre todo, de las expectativas que vamos a tener».

Un camino complejo pero para el que Vitrinor tiene clara cuál debe ser su hoja de ruta si los responsables políticos le permiten dar un nuevo salto adelante con su proyecto de ampliación.

Lejos quedan ya los orígenes, cuando la organización actual, Vitrificados del Norte, se levantó en 1995 bajo el modelo de cooperativa en las instalaciones de la antigua Magefesa. Un modelo de éxito en el tiempo.