Valentín Pich Rosell | Presidente del Consejo General de Economistas
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Valentín Pich Rosell | Presidente del Consejo General de Economistas
«Hay que volver a unos tipos de interés razonables, tenerlos a cero era inmoral»Estar de acuerdo al 100%en todo, y más en una ciencia social, es un imposible. Pero la voz Valentín Pich Rosell (Barcelona, 1953) como Presidente del Consejo General de Economistas, es la de los 55.000 colegiados del sector que representa la entidad, que ... aglutina los 47 Colegios de Economistas y de Titulados Mercantiles existentes en España. Y este martes 28 hablará en Santander como protagonista del Foro Económico de El Diario Montañés. Será con una ponencia bajo el título 'Coyuntura y valores' en la que el representante del gremio de los economistas abordará la actualidad y cuestiones que trascienden a ella. Será, como siempre, en la sede oficial de estos encuentros, en el Hotel Bahía, a las 09.30 horas.
–Viene con una ponencia titulada 'Coyuntura y valores', ¿en qué quiere focalizarse?
–Hoy las sociedades están muy aceleradas, está todo muy interconectado, tenemos mucha información y todo cambia muy rápido. Además la sociedad cada vez es más compleja y el comportamiento de las personas y, por tanto, los temas económicos también son mucho más sofisticados. Pero al final te das cuenta de que las sociedades progresan cuando hay una serie de valores que la sustentan. Y estos valores, entre otros, son las virtudes del trabajo, del ahorro y de la inversión y si se pierden será difícil mantener esta estructura que tenemos.
–La economía de España crece por encima de la media europea, un 1,6% este año según estimáis desde el Consejo General, ¿es para estar satisfechos?
–A España le afectó especialmente la pandemia, llegamos a perder un 11% del PIB y ahora, para sorpresa de todos, se ha producido un despegue muy importante, en concreto en el turismo. Es cierto que no todos los sectores se han recuperado y están a niveles de la prepandemia, pero otros sí gracias a la eclosión de la demanda de servicios. Por otro lado, la crisis de la guerra de Ucrania provocó unos cortes del suministro de productos energéticos que ha perjudicado, fundamentalmente, a uno de los motores más importantes europeos, que es Alemania. La economía española tiene unas tasas de crecimiento mayores por todo ello. Pero por otro lado, como siempre, seguimos teniendo una serie de factores inquietantes, como que la tasa de desempleo sigue siendo el doble que la de la Unión Europea. Tenemos problemas de productividad porque nos ha despistado un poco este repunte de la población tan importante que se ha producido, porque aunque incrementa el PIB, no hemos aumentado la productividad por habitante. Por otro lado, hemos incrementado sensiblemente la cifra de deuda pública, y esperemos que este año el déficit no rebase mucho el 3%.
«La economía de España crece más que la media, pero perduran factores inquietantes»
«Yo prefiero un sistema bancario en el que el Banco Sabadell y el BBVA se queden como están»
–¿La situación geopolítica cree que obliga a Europa a invertir en la denominada autonomía estratégica y depender menos de terceros?
–Como en casi todo en la vida, no hay ni blanco ni negro, hay que buscar un equilibrio. Europa tiene que hacer un análisis, es el máximo referente en bienestar y en voluntad de sostenibilidad, pero está perdiendo protagonismo internacionalmente. Tenemos que ser capaces de ser una fuerza económica, con una voz propia, con una autonomía estratégica financiera, económica y de defensa. Pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que haya que volver a un proteccionismo puro y duro que tampoco va a ningún lugar, pero sí en cuestiones energéticas, industriales, de seguridad, alimentaria y de procesos productivos tenemos que lograr una cierta autonomía. Buscar un punto de equilibrio.
–¿Le preocupa que el sector servicios gane peso en la economía española en detrimento de la industria?
–Creo que lo que tenemos que hacer es que todos los sectores sean lo más productivos posible. Pero es cierto que el sector servicios tiene que crecer en calidad y no tanto en cantidad. Tenemos la suerte de tener un país fenomenal, pero hay que sofisticar nuestra oferta turística para que sea lo más respetuosa con el medio ambiente, que aporte valor añadido más elevado posible y que permita pagar sueldos en condiciones a los trabajadores. Y es cierto que la industria en Europa, evidentemente, no está pasando por su mejor momento.
–Todo indica que falta poco para la bajada de los tipos de interés, ¿es una noticia positiva?
–La inflación, sin estar totalmente doblegada, empieza a presentar unos perfiles aceptables. Así que parece que vamos a la tendencia de rebajar los tipos de interés y a dejar de comprar deuda pública y privada. Esto es una noticia positiva sobre todo para los inversores, pero yo creo que lo importante es que no nos relajemos. No hay que olvidar que los altos tipos de interés han tenido una parte muy positiva, porque las empresas y familias han reducido su endeudamiento y el dinero tiene que tener un valor, hay que retribuir al ahorro y esto de que el dinero no valía dinero es inmoral; así que hay que volver a unos tipos de interés razonables.
–¿La posible fusión entre el BBVA y el Sabadell generaría un problema de concentración?
–Hay muchas visiones. Evidentemente, las pequeñas y medianas empresas se pueden encontrar más a gusto con varios bancos a los que llamar a la puerta. Por otro lado, la concentración puede crear unidades más grandes que pueden prestar más servicios y también hay que valorar los intereses de los inversores. Si me preguntas mi opinión, yo prefiero el Banco de Sabadell como está, muy apegado al territorio de las pymes y próximos a las entidades;y por otro lado un BBVA que habla de tú a tú con el otro gran banco que es el Santander.
–¿La población de España tiene buena cultura económica?
–Es difícil valorarlo porque las generaciones son muy distintas. Hace 50 años una persona no pedía un crédito y ahora estamos pidiendo crédito de consumo cada minuto, con la compra a través de internet y los pagos aplazados. Pero todo lo que se haga por incrementar la cultura de la que hablaba al comienzo de la entrevista será poco. Hay que promover la virtud del ahorro, el trabajo y la inversión y no dejar a los jóvenes pensar que es suficiente con una idea luminosa y con un poco de suerte. Hace falta esfuerzo para prosperar.
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