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Caroline Conejero
Sábado, 10 de octubre 2020
En su primer acto público en persona tras dar positivo por covid-19 hace poco más de una semana, Donald Trump se reincorporó ayer a la campaña electoral con un acto dirigido a afroamericanos y latinos, dos comunidades raciales cuyo voto necesita desesperadamente y a ... las que quiso advertir de que los demócratas les desprotegerán frente al crimen y la violencia.
Desde el balcón del Jardín Sur de la Casa Blanca, el presidente habló durante 15 minutos ante cientos de invitados en un evento etiquetado por su equipo como «protesta pacífica por la ley y el orden», y destinado a demostrar que el candidato republicano ha vencido al coronavirus y se siente «genial» pese a la voz ronca que mostró en algunos momentos.
El acto tuvo lugar dos semanas después de la ceremonia de nominación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema en el Rose Garden, identificado como el evento del 'supercontagio' que ha generado hasta ahora 27 casos positivos de covid entre los conservadores de Washington que asistieron al evento.
Por ello, esa vez, las 2.000 invitaciones enviadas a activistas conservadores indicaban explícitamente la obligatoriedad del uso de mascarilla en todo el complejo de la residencia presidencial, así como una prueba de control de temperatura.
Trump, que fue tratado con antivirales y esteroides durante su hospitalización, insistió en sentirse «muy fuerte» y «libre de medicamentos» en una entrevista que ofreció el viernes por la noche al canal Fox, después de su llamada telefónica al programa. El presidente señaló haberse hecho una nueva prueba del virus, aunque no reveló el resultado.
Sin embargo, las dudas sobre el estado de recuperación continúan tras una semana de intenso comportamiento errático, que incluso llevó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a considerar la Enmienda 25, que permite una intervención del Congreso en caso de una posible incapacidad del Presidente.
Con el único ánimo de reposicionar su maltrecha campaña electoral en la crítica recta final, a sólo tres semanas de los comicios, Trump abordó ayer cuestiones raciales ante una multitud de jóvenes de color y mucho más diversa que la habitual en sus eventos. Señaló que los negocios de afroamericanos y latinos fueron saqueados por «fanáticos de izquierda» durante las recientes protestas contra la violencia policial y afirmó que estas comunidades rechazan las políticas de «izquierda socialista radical». También lanzó el mensaje de que Joe Biden y los demócratas recortarán el presupuesto de la policía.
La activista medioambiental sueca Greta Thunberg declaró ayer su apoyo al candidato demócrata, Joe Biden. «Nunca me implico en políticas de partidos, pero las próximas elecciones en Estados Unidos están por encima de todo eso y más», explicó la joven en su cuenta de Twitter, donde lamentó la falta de preocupación climática exhibida por los candidatos, tanto Biden como el actual presidente.
En este sentido, recordó que Biden ha asegurado que no tiene intención de paralizar las operaciones de 'fracking' –una técnica de extracción de hidrocarburos sometida a restricciones durante el mandato de Barack Obama y posteriormente levantadas por Trump– en Estados Unidos.
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