El PP coge impulso antes de las elecciones europeas con la aprobación de la amnistía

Así lo dejó claro Alberto Núñez Feijóo en un acto de la campaña electoral para las europeas celebrado ayer en Zaragoza –en el que estuvo arropado por el presidente aragonés Jorge Azcón y al que asistieron cerca de 1.500 personas–, donde se lanzó contra el presidente del Gobierno acusándole incluso de demorar la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la ley por el «temor» que, según Feijóo, existe en la Moncloa a los «efectos» que esta pueda tener una vez esté vigente.

«La amnistía es una impunidad a cambio de poder, a la que temen porque saben que es ilegal», apuntaba el líder popular, que quiso mandar un mensaje directo al secretario general del PSOE al mostrar su plena confianza en que, llegado el momento, Europa «parará» el «atropello» que, a su juicio, supone la ley clave para Sánchez esta legislatura.

«Lo dijo ayer (por el sábado) la presidenta (Ursula) von der Leyen y os puedo asegurar que Europa va a estar al lado de la igualdad y del Estado de derecho y, si no, al tiempo. Lo veremos claramente, que no se compra la Comisión Europea por siete votos en España», dijo Feijóo. La participación de la dirigente comunitaria en el mitin celebrado por los populares en Galicia –también se reunió con el propio Feijóo en privado– ha supuesto un chute de energía para el PP por dos principales motivos: ha hecho crecer las expectativas en Génova respecto a una eventual condena de Bruselas contra la amnistía, tal y como pasó con la aprobada en Rumanía en 2019, y ha servido también para sacar músculo a nivel internacional justo antes del 9-J.

Algo que en el principal partido de la oposición sabían que resultaba importante tras haberse colado de lleno la política exterior en los primeros días de campaña a raíz de las polémicas diplomáticas del Gobierno con Israel y Argentina.

Para el PP, la corrupción que acecha a Sánchez es doble: política –por la amnistía– y económica, pues aún «debe dar explicaciones» por las sospechas que se ciernen sobre su entorno personal y su Gobierno. Feijóo volvió a aludir a la segunda de estas circunstancias afirmando que, «sea legal o no», la actuación de Begoña Gómez, la esposa de Sánchez –investigada por corrupción y tráfico de influencias–, no tiene «un pase» porque «no es ético» ni «es estético». «Mancha la institución de los españoles, que es la Presidencia del Gobierno y, la respuesta en las urnas es que no vamos a tragar con eso».

Además, los conservadores recuperan a pocos días del final de campaña la bandera de la llamada al voto útil. Feijóo, que ya por la tarde participó en otro mitin en Palma de Mallorca junto con Marga Prohens, presidenta de Baleares, decía que en estos comicios no solo vale con movilizar al electorado, sino que es necesario «unir el voto» en torno a su partido. Un mensaje que tiene en el punto de mira a socialistas desencantados, pero que, sobre todo, apunta al electorado de Vox –con quien esta campaña se han desatado más aún si cabe las hostilidades–.

El líder gallego quiso aludir también al magnífico resultado cosechado por el partido en las autonómicas y municipales del pasado año para volver a pedir el mismo esfuerzo. «No pido que me voten más, solo los mismos. Si es así, arrasaremos en las elecciones del próximo 9 de junio».