Parar la sangría

Pero los tiempos -tan importantes en política- son un arma de doble filo. El PSOE tiene un escaso margen de maniobra para activar una estrategia electoral que movilice al centroizquierda frente al empuje, en principio imparable, del centroderecha. Es verdad que el abrazo con Vox puede ser letal para Feijóo en numerosos ayuntamientos y autonomías. Y en esa imagen confía Sánchez para dar la vuelta al escenario. Pero, a la vez, el tiempo juega en contra de las posibilidades de Yolanda Díaz para articular su proyecto Sumar y permitir a Sánchez conservar el poder con un aliado que le proporcione una mayoría suficiente. La batalla se presenta trepidante y el movimiento de hoy puede acelerar los acontecimientos.