"La boda con Mario será este año"

¿Qué es lo que cuenta en este libro que antes no había dicho Jaime Peñafiel sobre Isabel Preysler, nuestra reina de corazones?

A Isabel la conozco muy bien desde que se casó con Julio en 1971, porque el cantante fue el padrino de mi boda. O sea que tengo elementos de juicio desde esa boda en la que Isabel no paró de llorar porque estaba embarazada. Por otra parte, reflexionando sobre el matrimonio de Mario Vargas Llosa, llegué a la conclusión de que Patricia no era la esposa, sino la madre, la secretaria. y que Isabel en ese aspecto es diferente. Ella es una persona con experiencia, que sigue manteniendo el éxito porque, a diferencia de muchas mujeres que en un momento dado se convierten en madre de sus maridos, les cuidan, se preocupan de las pastillitas, de si vienen o si van, de los horarios., ella no es así. Por eso digo lo de amante esposa. Me sigo callando cosas, porque hay una línea roja que no se puede traspasar, que es la intimidad.

Sí, porque ella de amantes pocos. Con todos los hombres con los que se la ha relacionado se ha terminado casando.

Ella es mujer de maridos; y cuando se termina el amor, se termina el matrimonio. En eso no es hipócrita.

¿Y con cuál ha sido más feliz?

No sé si más feliz, pero el matrimonio que más duró fue el de Miguel Boyer. Pero hasta que le dio el ictus, que debió ser más radical y más grave de lo que la opinión pública supo. Durante su enfermedad se demostró que Miguel no era un hombre rico. Se ha visto ahora con el tema de la herencia, que solo tenía libros. Mantener a una persona en esas circunstancias, atendido 24 horas, supuso un coste económico terrible, con lo que Isabel tuvo que volver a trabajar, salir. para costear todos esos cuidados.

Una reina Midas

Pero usted enfatiza que «es una máquina imparable de hacer dinero»...

¡Sí que lo es! Tiene esa suerte. Ella no ha vivido de ningún marido. Solo al principio de Julio Iglesias, que aún no era lo que fue después.

Ya en 1986 ella presentó a Hacienda una declaración de 26 millones de pesetas (156.000 euros). Pero usted recuerda que el Marqués de Griñón la tachaba de «agarrada»...

Es una mujer que ha administrado muy bien sus bienes, por eso tiene el dinero que tiene. No ha derrochado. Ha ganado muchísimo dinero, pero ha sido muy mirada con el dinero.

Y que ha hecho siempre lo que ha querido, o al menos lo que le ha dictado el corazón, ¿no?

En eso ha sido una persona libre e independiente. A ella cuando se le acaba el amor, se le acaba el matrimonio. Y por eso ella reconoce que en su matrimonio con el marqués de Griñón se cruzó Miguel Boyer y que le fue infiel. Encaja muy bien las críticas y nunca ha exigido rectificación a nadie.

Todos sus hombres destacan en sus ámbitos y son conocidos. ¿Por qué no se ha enamorado de un fontanero, por ejemplo?

Posiblemente porque no estaba al alcance del fontanero (risas).

Destaca que solo hubo un hombre que le dio calabazas a Isabel Preysler. pero fueron profesionales, Ted Kennedy. ¿Se sabe de alguno que se las diese sentimentales?

No, no, ninguno. Y Ted Kennedy porque no la conoció, porque a lo mejor si la hubiese conocido. porque los Kennedy eran todos muy mujeriegos (risas). Aquella entrevista es que estuvo mal organizada.

Y ahora habrá boda con Mario ¿no?

¡Por supuesto! Isabel no es mujer de amantes, sino de maridos. Y creo que la boda será este año.

Con ese cuarto 'sí, quiero' volverá a ser marquesa...

A diferencia de Marina Castaño, que creo que lo del marquesado casi lo llevaba puesto hasta en la ropa interior, Isabel nunca ha exigido ser la señora marquesa. El nombre de Isabel Preysler es mucho más importante que cualquier marquesado.

Mario Vargas Llosa criticaba a la prensa del corazón y ahora accede a ese juego...

Él está muy enamorado de Isabel. Hay una diferencia con Miguel Boyer, que con todo lo ministro que era, a veces perdía la dignidad entrando a la casa de Isabel en el coche bajo una manta. Mario ha dado la cara desde el primer momento y no le importó que lo fotografiaran cogidos de la mano por la calle. Ha dicho 'sí, estoy enamorado', y no se ha escondido.

En el libro compara a Letizia con Isabel porque ambas desterraron a los perros de sus maridos. ¿Qué más tienen en común?

No tienen nada que ver. En este aspecto apuesto más por Isabel, que es más transparente. Letizia a veces es más turbia en ese aspecto, no traspasa determinadas cosas. Letizia tiene una agresividad en la mirada, cosa que no tiene Isabel. Ella tiene el misterio de las orientales, pero no te agrede con la mirada, ni mucho menos.

«No ha sido una cortesana»

La 'reina' Preysler lleva 40 años en el trono y no suele protagonizar muchos escándalos...

Isabel ha tenido sus separaciones, nulidades y divorcios, pero no ha sido una mujer de amantes ni escándalos. No ha sido una cortesana; ha sido una mujer que se ha enamorado, que se ha casado, se ha divorciado. y punto. Y sobre su secreto: algo tiene el agua cuando la bendicen, ¿no?

Pero usted que la conoce puede intuir cuál es el secreto de esa fascinación que levanta...

Es indudable el encanto personal que transmite, además de ese toque de misterio de las orientales. Es una mujer que cuando te habla, a diferencia de Letizia, es muy natural. Es como es. Y por algo será que lleva más de 40 años ocupando cientos de páginas en las revistas, y hasta portadas de revistas de información general, una y otra vez. Eso no lo soporta nadie, porque el paso del tiempo es el paso del tiempo. Pero ella sigue ahí aunque ella no es la misma Isabel que Mario se encontró hace 30 años en su entrevista para 'Hola'. Pero Isabel es la indudable reina, es única, y aunque muchas la critiquen, en el fondo todas quieren ser como ella. Es más, todas las mujeres llevan en su interior una Isabel Preysler, pero hay que sacarla. Mi consejo: que nunca sean madre de sus parejas.