Charlene ya es libre para dejar a Alberto de Mónaco

Las lágrimas que derramó el día de su boda con Alberto de Mónaco desataron los rumores sobre la infelicidad de Charlene, sobre la que pesa el sanbenito de la princesa triste. Se habló de que días antes del enlace la nadadora estuvo a punto de salir huyendo, pero al final se presentó en el altar después de haber firmado un contrato por el que se comprometía a permanecer al lado del soberano al menos cinco años y a darle un heredero. El plazo se cumplió ayer y Alberto tiene dos vástagos. La princesa triste ya es libre.