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Mariana Cores
Martes, 1 de marzo 2016, 07:12
Cuando David Delfín (Ronda, 1970) habla, le bailan los ojos. Es de respuesta pausada y gestos contados. En su visita a Santander para participar en la II Semana del Diseño en Cantabria del centro universitario Cesine, demostró lo a gusto que se siente junto a ... los jóvenes, a los que recomienda que lean mucho, que viajen y que disfruten del cine, «porque si de verdad quieren tener una identidad, una personalidad, es algo imprescindible». No concibe la moda sin llegar a emocionar, para lo cual se «contamina» del mundo del arte, de las letras o del teatro.
El fútbol estuvo presente en su último desfile de la Mercedes Benz Fashion Week para sorpresa de muchos.
La verdad es que no tuvo nada que ver con ese deporte. Lo que buscaba era la relación que tiene con la pasión, el fervor que está presente en el fútbol. Quise trasladar todo ese orgullo y defensa de lo nuestro al mundo de la moda, que desde mi punto de vista, lo necesita, y mucho. Es muy curioso que en España, en las revistas del sector no aparezcan los diseñadores españoles. Algo impensable en otros países.
ii semana del diseño en cantabria
David Delfín, miembro del Consejo Académico y padrino de la II Semana del Diseño en Cantabria del centro universitario Cesine, analizó ayer en su intervención diferentes influencias y acciones de su última colección.
El objetivo de esta Semana del Diseño es ofrecer a los alumnos del centro, donde se imparten grados oficiales de nivel universitario en Diseño de Moda, Diseño Gráfico y de Interiores homologados por el Ministerio de Educación, un completo abanico de contenidos relacionados con la moda, el diseño gráfico, el interiorismo, la ilustración y el arte. Entre otros participantes están Modesto Lomba, Pati Núñez, Trinidad Castillo, Marta Moro, Aida Ulibarri y Víctor Alcalde.
Algunos diseñadores se están planteando no participar en las pasarelas ya que sus colecciones se quedan obsoletas cuando a los seis meses salen a la venta, debido a que llevan mucho tiempo circulando por las redes sociales.
Sí. Para luchar contra ello, el diseñador Tom Ford prohibió todo tipo de móviles o tablets en su desfile. Fue una colección súper misteriosa. No se supo nada hasta que con la temporada se puso a la venta. Es lo que tiene internet, la inmediatez, y yo creo que hay que adaptarse a ello. En mi último desfile, muchos de los looks que se vieron a las once de la mañana, para el mediodía ya estaban a la venta. No lo hemos podido hacer con toda la colección, pero estamos esperando que así sea en el futuro.
Le definen como un diseñador contestatario, pero usted dice que no busca la provocación.
No. Sin ser pretencioso, lo que busco es emocionar. No me siento identificado con eso de provocar. Me gusta pensar que con mi trabajo puedo llegar a crear ese sentimiento.
¿Le afectan las críticas?
Creo que es muy presuntuoso querer gustar a todo el mundo. Hay gente que conecta con tu trabajo y otros que no lo entienden; hay que vivir con ello. Lo que espero es no molestar a nadie y no ofender.
Afirma que la moda es cultura.
Si la moda se concibe solo como algo de buena calidad y con un buen patrón, no es suficiente para mí. No me interesa. Me gusta la moda que está contaminada por el mundo del arte, de la literatura, de la fotografía. Y también por el teatro, por su íntima relación con la escenografía Y por eso venir a Cesine me encanta. Me gusta estar con alumnos que estudian diseño de interiores o diseño gráfico, porque la moda está íntimamente relacionado con todo ello. A los diseñadores que trabajan conmigo les obligo a ver películas, a acudir a exposiciones. Ello también forma parte de nuestro trabajo. Si de verdad quieren tener una identidad, una personalidad, es algo imprescindible.
Antes de una colección, ¿dónde busca la inspiración?
Creo más en el trabajo que en la inspiración, pero sí considero que al igual que hacemos pesas para tener unos buenos bíceps, para la creatividad y el imaginario, el mejor ejercicio es la lectura. También lo es la música. La literatura nos obliga a imaginar cómo es la historia, el personaje, el entorno. Desde mi punto de vista es la mejor herramienta para un proceso creativo.
Hablan de los veinteañeros de hoy como de la generación perdida...
Cada una tiene lo suyo. Quizá la de ahora se esté perdiendo algunas cosas. Y en ello tienen mucho que ver las nuevas tecnologías. Se han acostumbrado a la inmediatez. Por ejemplo, con las fotografías. No saben lo que es el misterio del revelado.Pero prefiero centrarme en lo bueno. Creo que es una generación maravillosa. Tenemos mucho que aprender de ellos. Por eso estoy hoy aquí, rodeado de jóvenes.
Frente a la moda femenina, ¿la masculina está en desventaja?
Creo que no. En los últimos años a habido muchos más avances y sorpresa en la moda de hombre que en la de mujer. Para mi está en un súper momentazo a nivel internacional. Aquí no ocurre, pero en muchos países, existe por un lado la semana de la moda femenina y otra dedicada a la masculina. Se le da mucha importancia. Me gusta compartir en un mismo espacio, al hombre y a la mujer. Esos cruces dentro de la pasarela de chicos y chicas me encantan.
Hizo sus pinitos en la televisión...
Me fui a Madrid en 1989 para ser actor. He aparecido en películas de Berlanga y Almodóvar, pero creo que soy mejor diseñador que actor.
¿Si digo Bimba Bosé?
Es una de las mujeres más importantes de mi vida. Tiene mucho que ver con lo que soy ahora mismo. Me ha ayudado a crecer y a transformarme. Está siempre presente.
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