En el colegio, la conocían por ser la que siempre llevaba la falda del uniforme más larga y la única niña que jugaba al fútbol. A los 15 años fue una adolescente con tantas inseguridades que cayó en la anorexia: llegó a pesar 42 kilos. A los 17, una chica que decidió que su verdadera vocación era ser modelo. A esa edad, quedó finalista en el concurso 'The Look of the Year', viajó a Nueva York, dejó de estudiar Ciencias Políticas y triunfó en el mundo de la pasarela. Es una de las pocas modelos españolas que puede presumir de haber trabajado con los maestros: Yves Saint Laurent, Lacroix, Ungaro. Detrás de su apariencia angelical y calmada, se esconde un torbellino que no ha parado de hacer cosas. Hoy sigue estando ahí, pero hace ya tiempo que decidió diversificar su carrera: diseña ropa para niños con su firma N+V y presenta 'Flash Moda' en TVE.
A sus 46 años, la que fuera musa de Yves Saint Laurent luce una espléndida madurez. Así lo demuestra en la última imagen que ha compartido en su cuenta de Instagram, donde da visibilidad a su trabajo y se acerca a las generaciones más jóvenes. En esta fotografía, luce un bikini blanco con escote tipo 'bandeau' y rayas horizontales rojas y azules de la firma Perfect Moment Sports. Hasta los trajes de baño, con tan poca tela, quedan elegantes en ella. Y para muestra, el bañador negro de inspiración deportiva con la espalda al aire y mangas largas blancas que luce en otra imagen en la que posa sobre una tabla de surf. Un modelo atemporal de la marca catalana All Sisters, que utiliza únicamente tejidos reciclados para confeccionar sus diseños.
La reina de las alfombras rojas, que siempre figura en la lista de las más elegantes, también ha deleitado a sus más de 320.000 incondicionales en esta red social con un look de noche ideal para el verano. De la mano de su estilista Víctor Blanco, deslumbra enfundada en un minivestido blanco con lunares negros de Alexandre Vauthier, pendientes y 'clutch' de Bvlgari y unos 'stilettos' acharolados de Ermanno Scervino. Unos taconazos que elevan aún más a esta mujer infinita de casi 1,80 y medidas supuestamente perfectas a la que siempre le ha molestado lo mismo: que la considerasen perfecta. Y quizá por eso sigue estando ahí, porque nunca quiso ser una diva.
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