Los cuidadores de la tía de Luis Lorenzo hablan de «abandono»

El atestado policial sobre la muerte de Isabel Suárez, la tía de la mujer del actor Luis Lorenzo, recoge detalles sobre la situación en la que vivió la mujer durante los últimos meses en la casa de Rivas junto al matrimonio investigado por su presunto envenenamiento. Entre los testimonios, destacan las de los empleados y encargados de la empresa contratada para los cuidados de la anciana que ratifican el presunto abandono: «la familia no quería saber nada de la señora», recoge el documento. «La sobrina se iba los fines de semana enteros», añade.

Tal era la situación que el técnico que recibía los informes procedentes de las trabajadoras in situ, explica que «Isabel estaba completamente desasistida, sin medicación, en un absoluto esto de abandono, falta de medicamentos y sin espesante». Incluso comenta que la cuidadora tuvo que comprar medicinas para Isabel de su propio bolsillo. Una descripción que coincide con la versión que da el inspector de la empresa que fue a visitar la casa por sorpresa y que habla de «descontrol de medicamentos» y de falta de materiales: «carecía de utensilios de aseo porque no se lo daba la familia y de cosas tan básicas como pañales o esponjas para lavar a la enferma«.

El atestado recoge también declaraciones de vecinos en la que señalan que Isabel bajaba en bata y en zapatillas de andar por casa en el ascensor al cuarto de baño del garaje a hacer sus necesidades y a asearse.

Unos terribles episodios que la sobrina ha negado en una entrevista ofrecida al Programa de Ana Rosa en la que entre lágrimas decía: «No tengo ningún temor, esto me está machacando como madre». Durante su conversación con la periodista Patricia Pardo osciló entre el victimismo y el desafío. «Si tuviese algo que ocultar, cuando me ofrecieron la posibilidad de incinerar, hubiera incinerado el cuerpo de mi tía», ha reiterado. Además, ha desmentido las versiones recogidas en el atestado policial.

Un documento que recoge también las declaraciones de los médicos que trataron a la tía política de Luis Lorenzo durante su estancia en Madrid. Uno de los facultativos explica que Isabel acudió con su sobrina y su cuidadora con síntomas compatibles con un ictus y cuando le remitieron al hospital Palomino dijo que «le venía mal, que tenía que hacer deberes con el niño». Ella argumenta que era una tutoría. Lo cierto es que finalmente, fue la cuidadora la que se quedó con la anciana.