Borrar
Nina. r. c.
«Me lo tomo todo con mucho más humor que hace veinte años»
Nina, cantante

«Me lo tomo todo con mucho más humor que hace veinte años»

«Dejarme las canas ha sido una declaración de principios, no quiero perpetuarme en la imagen de lo que fui»

arantza furundarena

Sábado, 3 de septiembre 2022, 00:02

Liberada de su inconfundible melena negra rizada, con el pelo corto y la cana al aire, Nina se ha sacudido de encima a su eterno personaje. Y se siente más ligera. Sigue siendo una atleta de los musicales y haciendo gala de una voz superdotada. «Pero ahora me lo tomo todo con mucho más sentido del humor que hace veinte años», señala en referencia a su época como directora de la academia de 'OT'. A sus casi 56, «los cumplo el 1 de octubre», la cantante se encuentra inmersa en los ensayos de 'Los puentes de Madison', el musical que estrenará, junto al intérprete argentino Gerónimo Rauch, el próximo 9 de noviembre en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid.

La obra está inspirada en la exitosa novela de Robert James Waller, inmortalizada en el cine por Clint Eastwood y Meryl Streep. «Un reto como este, después de estos años de pandemia, es un regalo», admite Nina, al tiempo que confiesa que lo primero que hizo tras recibir el encargo fue volver a ver la famosa película. «Algo debo de tener yo con Meryl Streep...», bromea. Lo cierto es que es la segunda vez que coincide con ella en un personaje, porque las dos han interpretado a Donna en el musical 'Mamma mia'.

«Además he tenido el placer de conocerla -explica entusiasmada la catalana-. Hablé con ella en el Festival de Cine de San Sebastián, cuando le dieron el premio Donostia. Nada más pronunciar 'Mamma mia' se me echó encima y me abrazó. Fue increíble. Creo que el buen rollo que transmite ese musical nos contagió a todos los que participamos en él».

Nina intenta ahora transmitir la fragilidad de su personaje, Francesca, esa ama de casa de Iowa que inesperadamente se enamora de un fotógrafo... «Y no es fácil porque mi físico da más bien sensación de seguridad, de fortaleza. Eso debo suavizarlo. También tengo una voz que a poco que la alce ya suena un poco autoritaria, y ella es dulce, muy comprensiva con sus hijos adolescentes y con su marido». Nina no ha sido madre, «pero soy hija -matiza- y desde ahí puedo entender ciertos comportamientos».

La cantante tampoco se ha visto nunca, como Francesca, en el dilema de elegir entre su deber y sus sueños. Al contrario, dice haber hecho en su vida lo que ha querido y ha creído conveniente, siempre con el apoyo de sus padres y de su pareja, el promotor cultural mallorquín Toni Mir. Una de las frases favoritas de él, según explica la artista, es «Si tú eres feliz yo soy feliz». La relación comenzó hace veinte años. Y apenas llevaban seis meses de convivencia cuando Nina se tuvo que trasladar a Madrid por motivos de trabajo. «Me fui por tres años, justo cuando la relación estaba empezando. Y nunca un reproche ni una duda por su parte», relata satisfecha.

Su propia academia de canto

Mujer perfeccionista, Nina, que desde hace ocho años regenta su propia academia de canto y admite que volvería a dirigir encantada 'O. T.', confiesa que la disciplina se la ha dado el oficio. «Siempre digo que si no fuera por esta profesión, con lo que me gusta comer, pesaría 120 kilos». Hace unos años se presentó a las elecciones municipales en Lloret de Mar por CiU. «Pero fue algo puntual -aclara- para apoyar a un candidato concreto. No tengo ninguna vinculación actual con la política ni el menor interés en dedicarme a ella».

Lejos de ser una de esas niñas prodigio dicharacheras, Anna María Agustí Flores (su nombre real) era una cría muy tímida que se transformaba cantando. «En el escenario nunca he sentido miedo, siempre me he lanzado a lo que ha venido aunque pensara que no estaba del todo preparada», reconoce. En lo personal, su último reto ha sido liberarse de su personaje. «El haberme dejado las canas es una declaración de principios total. Indica que no tengo ninguna intención de perpetuarme en la imagen de lo que fui», declara Nina rotunda.

La cantante llevaba tiempo dándole vueltas y a sus 55 años se ha decidido... «A nivel psicológico me he quitado un peso de encima -confiesa-, porque durante 40 años mi imagen ha estado muy asociada a una melena con rizos de pelo negro. Y eso pesa muchísimo. Hoy soy la persona que soy ahora y aquí. Es como pasar a otro estado y aceptar lo tuyo». No es lo más frecuente entre los artistas. Basta con mirar alrededor para ver ejemplos de personajes públicos que se resisten a envejecer y se someten a todo tipo de intervenciones... «Pero es que a mí -dice Nina- levantarme por la mañana, mirarme al espejo y no reconocerme me daría pánico».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Me lo tomo todo con mucho más humor que hace veinte años»