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Leticia Mena
Sábado, 7 de mayo 2016, 09:07
¿Qué tendrá el fútbol para conseguir que hombres y mujeres de todo el mundo se olviden durante 90 minutos de la vida real y se centren en compartir un buen rato juntos?. Algo tiene que despertar para que este viernes, una treintena de refugiados haya olvidado que están atrapados delante de una verja llena de pinchos. El Racing de Santander había preparado decenas de equipaciones, pero no nos cabían todas en la maleta. Once pantalones, once camisetas y cuatro bufandas han sido suficientes para que un grupo de sirios, afganos, iraquíes y kurdos hayan pasado una tarde diferente. Y las que les aseguran que vivirán jugando al fútbol allí, aunque la policía griega advierte de que, a finales de mes, Idomeni tiene que estar desmantelado.
Lee toda la historia en el blog Cartas desde Grecia.
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