"Aún estamos en shock"

Él es uno de tantos cántabros que han emigrado a la isla. Como Jenifer Gandarillas, de 31 años, que trabaja en Manchester desde 2014 en el ámbito de los recursos humanos. "En el momento del atentado estaba en casa. Comencé a recibir una oleada de mensajes al móvil. Las redes sociales no paraban. Leí las noticias y entonces me enteré de lo que estaba pasando", relata. "Aún estamos en shock", con lógica, porque fueron instantes de mucha tensión. Su hermano vive en el centro de la ciudad: "Lo primero que hice fue llamarlo, igual que al resto de mis amigos y conocidos", recuerda.

A primera hora de la mañana del martes las calles estaban desiertas. "Siempre hay ajetreo de gente que acude a toda prisa a sus puestos de trabajo y hoy no se veía un alma", cuenta Gandarillas. El cielo de Manchester continuaba ayer recorrido por helicópteros "y toda la ciudad está acordonada. Se están tomando todas las precauciones y la gente está confusa", narra Jesús García, otro santanderino, de 29 años, que lleva dos años y medio en la ciudad trabajando como maestro.

Optimismo frente a la barbarie

Su visión del día después es todo lo optimista que puede ser: "Manchester es una ciudad muy cosmopolita donde viven todo tipo de culturas y sabrán sobreponerse a este atentado", confirma García. Aunque no todo el mundo está de acuerdo. "Aquí la gente se queja de que hay comunidades que no se han integrado como se esperaba. En las décadas de los sesenta y setenta Reino Unido puso en marcha un programa para incentivar la inmigración de países árabes. Y ahora algunos de los terroristas que cometen atentados no son extranjeros, sino que tienen nacionalidad inglesa, incluso hasta de segunda generación. Es muy difícil luchar contra eso", destaca Carlos Benito.

Entre tanto, en los alrededores del Manchester Arena, donde se produjo la explosión del atentado, en pleno concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, decenas de civiles se han volcado con las víctimas. "La gente está dedicada al 100% a ayudar a los afectados. Han ofrecido ayudar en el traslado de las víctimas a los diferentes hospitales. Están llevando comida, mantas y ofrecen apoyo moral. Incluso en facebook se ha creado una aplicación en la que todo el mundo puede registrar que está bien para que sus familiares se queden tranquilos".